helllloooo!!!!!!

Hola a todos los que me visitan , se los agradesco mucho.

Esta pagina es para todos los que se quedaron con hambre de mas twilight (y me imagino que todos los amantes de twilight se quedaron como io, hambreados y sedientos de maaaaaassssss). Esta no es una pagina para buscar fotos de los protas en cueros, asi que no quiero que despues anden diciendo, "esque ahi no hay nada bueno" jajaja >D ( Aunque de vez en cuando les voy a soltar unas cuantas )
Recuerden:POR CADA VEZ QUE LEAN UN ARTICULO Y NO DEJEN UN COMENTARIO...EMMETT SE COME UN CACHORRO DE LEON :D:D:D JEJEJE

domingo, 23 de mayo de 2010

Aun mas Eclipse!

Mas Eclipse para ustedes!

Un exclusivo sneak speak de eclipse jaja si se dan cuenta se ven algunas escenas del entrenamiento del clan Cullen y de la manada de lobos jaja YUJU




^.^^o^CAROLCULLENBLACK^o^^.^

lunes, 17 de mayo de 2010

Neutron Star Collision (Love is forever) "Lyrics y video"

Neutron Star Collision (love is forever), ES EL PRIMER SENCILLO de la banda sonora de Eclipse jaja y esta hecho por la mejor banda del mundo MUSE!!!!!! jaja que lo disfruten y recuerden que... : OUR LOVE WOULD BE FOREVER !!!!!!!!!!!!!
Abajo viene la letra exacta jaja para que se la aprendan jaja



I was searching
You were on a mission
Then our hearts combined like
A neutron star collision


I have nothing left to lose
You took your time to choose
Then we told each other
With no trace of fear that...

Our love would be forever
And if we die
We die together
lie,
I said never
Cause our love would be forever

The world is broken
Halos fail to glisten
You try to make a difference
But no one wants to listen

Hail,
The preachers, fake and proud
Their doctrines will be cloud
Then they'll dissipate
Like snowflakes in an ocean

Love is forever
And we'll die, we'll die together
lie,
I say never
Cause our love could be forever

Now I've got nothing left to lose
You take your time to choose
I can tell you now without a trace of fear

That my love will be forever and we'll die we'll die together
Lie, I will never
Cuz' our love would be for ever

^.^^o^CAROLCULLENBLACK^o^^.^

sábado, 15 de mayo de 2010

Muse: el lider!






Muse, la banda favorita de Stephie (Y MIA tambien^^) aportara el tema principal de Eclipse. Su canción es NEUTRON STAR COLLISION(LOVE IS FOREVER) jaja esta de super lujo y se estrenara el lunes 17 de mayo en casi todo el mundo jaja Ya no puedo esperar, porque Muse es mi banda favorita. Hce casi un mes vinieron a nuestro país para dar n concierto, jaj en mi opinio fue el mejor concierto que han dado en Mexico y el mejor del año. Al parecer la banda tení muchas ganas de participar con el tema principal para una de las peliculas, esperemoss que ya esten orgullosos de haberlo logrado.
¡Felicidades Matt, Dom y Chris!
^.^^O^CAROLCULLENBLACK^O^^.^

jueves, 13 de mayo de 2010

2º trailer de eclipse !!!!!!!!!!


la verdad vale la pena ir a verla el dia del estreno jajaja ya no puedo esperar !!!!!
^.^^o^ CAROLCULLENBLACK^o^^.^

jueves, 6 de mayo de 2010

Cap 2 : PRIMER DIA ^.^


Primer Día
Al llegar al instituto lo primero que hice fue buscar un lugar donde dejar el auto, por suerte encontré uno muy cerca de la entrada. Baje mis cosas del asiento del copiloto y camine hasta la puerta donde decía:” OFINA PRINCIPAL”. Empuje la puerta de cristal y encontré un lugar bastante agradable con una mezcla de colores que lo hacían parecer un lugar muy cálido, en uno de los sillones había un muchacho de cabello rubio muy claro, tez pálida y ojos de un color chocolate muy lindos; estaba leyendo una revista de deportes. Había un par de escritorios cafés, las paredes eran de un color beige pálido con detalles en color verde apagado, los sillones eran de un tono de café algo achocolatado.
Frente a uno de los escritorios había una señora mayor de edad con unos lentes gruesos que dejaban entrever sus ojos negros, estaba atendiendo a una chica de cabello cobrizo, tez muy pálida como la luna.
Tome asiento en un espacio vacío que había en el sillón, el chico de la revista de deporte levanto la vista y me sonrió amistosamente.
_ Hola, tú debes ser Rosemarie Snow_ saludo con una sonrisa.
_ Si y me podrías decir Rose._ le sonreí tímidamente.
_ Bienvenida a la escuela, mi nombre es Ben Hood._ se presento extendiendo su mano.
La estreche y luego volvió a ver su revista.
_ Siguiente._ dijo la señora que estaba detrás del escritorio.
_ Pasa._ dijo Ben es signo de caballerosidad.
_ Gracias._ le agradecí con una sonrisa.
Camine hacia el escritorio y logre ver los ojos azul eléctrico de la chica que sostenía un par de papeles, me miraba impresionada.
No le tome mucha atención a lo ocurrido y seguí mi camino, al llegar la señora extendió su mano y me entrego un grupo de papeles engrapados.
_ Estos son tus horarios, trabajos, fechas de exámenes y excursiones, y esta hoja la tienen que firmar todos los profesores, al final del día pasa a verme y me entregas por favor._ dijo la señora sonriéndome de una forma muy cálida.
_ Sí, Gracias._ me retire con todo eso en las manos.
Uno de los papeles tenía el número de casillero que sería mío el resto del año, con algo de dificultad logre encontrarlo. Al llegar una chica me saludo con una sonrisa. Al parecer yo era la atracción principal de la escuela y de la villa.
_ Hola, tú debes ser Rosemarie, la chica nueva._ saludo mi vecina de casillero.
_ Rose, por favor._ volví a pedir que me llamaran con mi nombre abreviado.
_ Ok, mi nombre es Cassie Booth; mis padres son dueños de la farmacia del centro y de un restaurante_ sonrió.
_ Gusto en conocerte._ me atreví a responder aunque mis mejillas estaban rojas, de un tono carmesí.
_ ¿En que trabajan tus papás?_ preguntó con cara de curiosidad.
_ Son médicos, acaban de entrar a trabajar en el hospital general._
_ Pues… bienvenida a la ciudad, ojala y te sea muy cómodo vivir aquí, es un lindo lugar._ sonrió.
_ Gracias._
En ese momento iban pasando un par de muchachos que me miraban con expresión sorprendida, era la misma chica de la oficina solo que ahora venia acompañada de un muchacho más joven que ella, ambos vestían una gabardina enorme color chocolate. El chico me sonrió amistosamente y la chica igual, ambos era muy atractivos y se movían con una elegancia sin precedentes; quizás eran modelos. La chica tenía el cabello cobrizo, los ojos dorados y la piel tan pálida como la seda blanca; el muchacho parecía ser su hermano, con el cabello entre mezclado con dorado y café, sus ojos eran un tanto llamativos, tenían un dorado en el centro y un tono azulado en lo exterior de la iris, igualmente tenia la piel muy pálida. Las facciones de ambos eran perfectamente simétricas, dientes de perlas y cutis perfecto. Ellos no eran personas del todo normales.
El timbre sonó por segunda vez y ahora nos indicaba que era hora de entrar a clases.
_ ¿Cuál es tu primera clase? _ pregunto mi nueva amiga.
_ Cálculo._ respondí intentando enderezar las hojas en mi mano.
_ ¡Qué bien! Esa también es mi primera clase, que te parece si vamos juntas._
_ Genial._ respondí con un suspiro.
Caminamos por todo el pasillo hasta que llegamos a una puerta de madera, con un vidrio en la parte superior. Cuando entramos la mayoría de los alumnos estaban dentro y al percatarse de mi nueva presencia todos guardaron silencio y me miraban con curiosidad. Odiaba ser el centro de atención porque mis mejillas se ponían de un color carmesí muy incomodo.
Busque un lugar en el fondo del salón y tome asiento sin mirar a nadie excepto a Cassie que intentaba presentarme ante todos. Solamente sonreía con cara de amiga a todos esos desconocidos, hacer nuevos amigos no matara. Entre todo el barullo entro la maestra pidiendo que nos ordenáramos y tomáramos asiento. La clase me pareció la más larga del planeta porque odio, odie y odiare el cálculo toda mi vida, es la materia mas difícil, según mis expectativas, la maestra parecía ser una buena persona y llegue a entender un poco de lo que decía ya que normalmente no entendía nada de lo que decía mi antiguo maestro de cálculo. Cuando por fin sonó la chicharra fui la ultima en pararme, camine al escritorio de la profesora y le entregue la hoja de asistencia.
_ El primer día siempre es difícil, pero no te preocupes mañana será mejor._ dijo mientras firmaba la hoja.
_ Eso espero._ murmure tímidamente.
Me entrego la hoja y sonrió con mucha amabilidad, trate de regresarle la sonrisa. Al salir me esperaban Cassie y Ben, platicaban con cara de enamorados; supuse que entre ellos había algo más que amistad, pero no dije nada. No me sentía con ganas de preguntar sobre la vida privada de dos desconocidos de los que apenas sabía su nombre y apellido. Cuando los tres estábamos reunidos en el pasillo Ben preguntó:
_ Rose ¿cuál es tu siguiente clase?_
Revise la arrugada hoja que tenia entre mis dedos.
_ Lengua, creo._
_ ¡Esa misma clase nos toca a nosotros!_ dijeron al unísono.
_ Qué bien._ sonreí.
Todos caminamos al otro lado del edificio hasta que llegamos a las escaleras, subimos al segundo piso e inmediatamente entramos a la primera puerta a la derecha, la profesora estaba esperándonos. Camine con la mirada baja hasta el escritorio y le entregué los papeles. Los firmo rápidamente y me los entrego con un par de libros de francés.
_ Puedes sentarte junto a la señorita Ashley._ dijo mientras extendía su delgada mano para que tomara las cosas.
_ Gracias._ me retiré hacia mi lugar que estaba al fondo del salón junto a la ventana. La chica que estaba junto a mí seguramente era Ashley, era la misma chica de la oficina y el pasillo, miraba fijamente su teléfono celular, un Blackberry, plateado. Ni siquiera se percato de mi presencia.
La clase comenzó y terminó muy rápido, o quizás eso era lo que yo pensaba porque el francés era una de mis lenguas preferidas junto con el italiano y el español. Ashley parecía estar perdida en algún lugar por las nubes porque lo único que hacía era mirar por la ventana con la mirada ausente. Transcurrieron todas las clases hasta el almuerzo; para ese entonces había conocido más personas y reconocía mas nombres, me había hecho amiga de una chica llamada Susett, de una chica Zara y de un muchacho llamado Malcolm. Todos eran muy amigables conmigo excepto un pequeño grupo de chicos y chicas que al parecer no hablaban con nadie y no sonreía con mucha frecuencia, les llamaban “Los rechazados” porque solo hablaban entre si y nunca eran amigables con nadie. Cassie y Ben eran mis guías oficiales, ellos se encargaban de presentarme a todos sus conocidos y amigos, o sea, a todo el instituto. Me llevaron a la cafetería; mientras ellos buscaban una mesa donde sentarnos junto con el resto de los chicos yo buscaba algo que almorzar, tome un poco de papas fritas y una manzana roja, con eso me mantendría durante el resto del día. Nunca había tenido un apetito voraz, normalmente comía poco. Camine saludando a todos los que me decían “hola”, encontré la mesa donde estaban mis nuevos amigos y en silencio ocupe el lugar que estaba vacío entre Susi y Cassie; ambas platicaban sobre el baile de invierno. Me explicaron que cada año los de último curso organizan una fiesta de invierno, algo así como una fiesta de año nuevo adelantada. Comencé a sonríeles a los chicos del grupo con el que me juntaba, aunque… estando en la cafetería me sentía incomoda, no quería girar la cabeza por temor a algo, pero… no sabía a qué.
Después de unos minutos me anime y comprobé que mi incomodidad se debía a la mirada de nada más y nada menos que el tímido chico de la mansión de los vecinos. Estaba sentado junto con Ashley y otros tres chicos que no sonreían ni probaban su comida, en raras ocasiones los veía abrir la boca solo para tomar un poco de agua que les costaba trabajo tragar. El chico me miraba con cara de confusión y curiosidad mezclada con enojo. Los demás chicos que lo acompañaban me eran conocidos a excepción de una chica menuda de tez pálida, ojos ambarinos y una melena dorada; y un chico de tez igualmente pálida, ojos tan azules como el cielo mismo y una melena castaña que le enmarcaba el rostro de facciones perfectas y simétricas.
Todos miraban el infinito y no decían nada ni siquiera platicaban entre ellos, eran como hermosas obras de arte en una cafetería, eran estatuas de mármol. Gire la cabeza de nuevo a mis amigos que platican sobre ir a practicar surf en la playa Mackenzie, como yo no sabía surfear solo iría a mirar y tal vez a caminar, quería ver como algunos chico practicaban salto de acantilado. Si no fuese porque me aterran las alturas yo también lo practicaría, me parece algo muy emocionante. Tome una papa frita y me la lleve a la boca después tome un poco más antes de que todos comenzaran a tomar del mismo plato que yo, me pareció algo bueno porque sabía que no me acabaría ese plato y la manzana yo sola.
Stan platicaba con Zara sobre los lobos marinos, Ben y Cassie hablaban sobre lo fascinante que sería hacer paracaidismo y por ultimo quedábamos Susi, Malcolm y yo, ellos se interesaban mucho en cómo era mi vida antes de mudarme a Canadá. Me preguntaban sobre mis antiguos amigos, mis antiguos maestros, mi antigua forma de vida.
Platique un rato con todos hasta que no pude resistir las ganas de voltear mi mirar de nuevo si ese chico de la mesa trasera aun me observaba; y así era.
Había tenido sus ojos de color oro puestos en mí durante todo el almuerzo y al parecer no le agradaba mucho mi presencia en el Instituto.
_ ¿No te parece guapo? _pregunto Susi mirando en la misma dirección que yo.
_ Si, supongo que es algo guapo._ dije sonriendo, él no era guapo, era más que eso.
_ Lástima que sea tan raro._ suspiro _ Nunca habla con nadie que no sea de su familia._
_ ¿Cual es su nombre? _ pregunte con muchísima curiosidad.
_ Pues… los de la derecha, los del cabello dorado; son los Cathwright. El resto son los Peterson, dicen que son primos o algo así._ contesto encogiéndose de hombros.
_ ¿Quién es quién?_
_ El chico Rivers se llama William, la chica a su lado es su hermana, Caroline. El chico mayor de los Peterson es Robert, la chica a su derecha es Ashley y el más joven es Jonathan._ señaló a cada uno.
_Parecen molestos o algo. _le dije mirando la expresión en los rostros de cada uno.
_ Es normal, no les gusta estar rodeados de tantas personas y mucho menos les gusta hacer amistad con los chicos nuevos. _ahora habló Malcolm.
Gire la cabeza de nuevo al frente para no volver a toparme con los ojos de William, aunque eran los más hermosos y perfectos que hubiese visto en mi corta vida tenía que aceptar que me ponían muy nerviosa y había pocas cosas que me causan nerviosismo como ese.
Ben saltó sobre la mesa y se puso a imaginar que estaba sobre una tabla de surf en pleno verano y en una competencia, a todos nos dio un ataque de risa, porque la forma en que estaba parado y su rostro eran totalmente ridículos e infantiles.
_ Vamos chico mono baja o tu ola perfecta te ahogará. _ rió Cassie.
_ Hay que ir este fin de semana a la playa para practicar surf ¿Qué les parece? _propuso Stan.
Todos estuvieron de acuerdo y quedamos de vernos el sábado frente al muelle para después ir a la playa Mackenzie todo el resto de la tarde. Era mi primer día y ya tenía un compromiso con mis nuevos amigos, quizás ese no sería tan mal año como pensaba. Cassie me codeo mientras miraba de reojo la mesa de los Cathwright.
_ ¿Qué tanto mira? _se pregunto mirando me a mí.
_ No lo sé, quizás no esté mirando hacia acá. _
_ Noo, ¡te está mirando a ti! _ sonrió.
_ Pero me da miedo como me mira, así que mejor no volveré a voltear._ le dije mientras giraba mi cuerpo de nuevo hacia el frente.
Se encogió de hombros y se giro de nuevo al igual que yo, nadie se había percatado de lo que habíamos dicho así que todos los demás estaban despreocupados y divertidos por las tonterías que hacían los chicos; pronto también yo estaba de esa manera.
La chicharra sonó y pronto toda la cafetería estaba semivacía a excepción de la chica Cathwright, Caroline, y su hermano. Con algo de desconfianza me le acerque a pedir indicaciones, mientras camina a su encuentro el chico salió disparado hacia la puerta, como si no quisiera toparse conmigo.
_ Disculpa, donde es el laboratorio de… Biología. _ le pregunte con la mirada baja.
_ Es en el segundo piso, la primera puerta a la derecha. _ sonrió casi eufóricamente. _ Puedo acompañarte si quieres, esa también es mi siguiente clase. Mi nombre es Caroline, pero mis hermanos me dicen Carol. _
_ Mi nombre es Rosemarie, pero mis amigos y todo el mundo me dice Rose. _ instintivamente le sonreí.
_ Claro, tú eres la hija de los doctores que son compañeros de mis padres en el hospital general, acaban de ingresar este día ¿no? _
_ Sí, también soy tu vecina del fondo de la calle. _ complete su respuesta.
_ Ah, pues… bienvenida a Tofino y será mejor que nos vayamos ya o el profesor nos pondrá retardo._ sonrió extendiendo si delgada y pálida mano.
Camine casi trotando a su lado, por alguna razón no se había portado como su hermano, más bien parecía ser muy amable y amistosa. Subió rápidamente las escaleras y me señaló la puerta donde era el salón. Cuando la abrimos nos dimos cuenta de que la mayoría de los chicos ya estaban en sus lugares y el profesor en el escritorio. Nos hizo la seña de que podíamos pasar, me acerque al él y le entregue los papeles que tenía que firmar. Me los regreso junto con un libro delgado de color verde.
_ Bienvenida Rose, tu nueva pareja de trabajo será… Will. _ sonrió señalando el lugar vacio a su lado.
_ Gracias._ camine con desgano hacia el banco vacio a la mitad del aula, mire los ojos de mi nuevo compañero y note su enfado creciente en cada paso que daba.
Puse las cosas sobre la mesa y me senté con cuidado, clave la vista sobre al metal de la mesa y tararé una canción en mi cabeza, normalmente eso hacia cuando quería alejarme del mundo, era una costumbre.
El profesor no tardo mucho en comenzar la clase, tomo su plumón para la pizarra y comenzó a escribir con una letra desordenada unas cuentas notas, avisos y demás.
_ Chicos, como ya saben esta clase es más práctica que tediosos apuntes y notas, así que el instituto nos permitió hacer una excursión a los jardines botánicos dentro de mes y medio así que todavía tienen tiempo para entregarme sus permisos. _ dijo mientras repartía un par de hojas por mesa.
_Tendrán que ir por parejas, pero solo sus parejas de trabajo, eh. _
Inhale profundamente antes de mirar a mi lado, William solo miraba su hoja de permiso, pero en cuanto se percato de que lo estaba mirando la dejo sobre la mesa y movió su banco para alejarse de mí. ¡¿Qué le he hecho yo?!
Me moleste mucho, pero lo ignoré, una persona así no merecía u disgusto de mi parte. Saque mi libreta de apuntes y justo al mismo tiempo lo hizo él tome una pluma de mi mochila y de nuevo el hizo lo mismo; me estaba imitando ¿o qué? Intente ignorarlo de nuevo, pero era algo difícil, era como querer ignorar una cámara que sigue todos tus movimientos. Copie lo que estaba en el pizarrón y también lo que estaba escribiendo el profesor. Por pura curiosidad mire el cuaderno de William, su letra era pequeña, delgada, manuscrita y perfecta; en comparación la mía parecían muchas patitas de araña. De sopetón cerro el cuaderno y se quedó mirando fijamente mi cabello. Entendí la indirecta y seguí con mi trabajo. Una risa burlona sonó detrás de nosotros,
_ ¿Qué es tan gracioso Carol?_ preguntó el profesor.
_ Lo siento señor Reed, no volverá a pasar._ dijo Carol con una sonrisa en el rostro y la mirada fija en su hermano.
Seguí copiando mi esquema del pizarrón mientras tarareaba la misma melodía en mi cabeza una y otra vez para distraer mis pensamientos de esos ojos que sabía que me miraban. Cree una cortina de cabello para sentirme más segura, pero no funcionó, él seguía mirando cada uno se mis movimientos y seguía el compas de mis respiraciones, como si fuera un ritmo que él tenía que seguir para mantenerse con los ojos abiertos.
Di un suspiro y casi inmediatamente él suspiró de la misma forma, eso me incomodó más de lo normal hasta llegar al punto de alejarme un poco de su lado. Él se alejo en cuanto sintió que iba a hacer un movimiento, alejo su silla de la mesa lo más que pudo y luego recupero su pose vigilante, curiosa y hostil que había mantenido desde que me vio por primera vez en el almuerzo.
Un dolor agudo me punzó el cuello por la mala posición en la que lo tenía, masaje con delicadeza la parte adolorida y me percate de algo muy extraño en mi compañero; se había tapado la nariz con la mano mientras miraba con repugnancia mi rostro, parecía asqueado. Discretamente olí la cortina de cabello que nos separaba, tenía un olor a fresas con cereza, mi shampoo favorito tenía ese aroma, no encontré nada de malo en aquel olor. Puse mi mano en la zona adolorida del cuello y seguí con mi trabajo, estar vigilando a ese chico de verdad me retrasaba. Miré su reloj de muñeca con la esperanza de saber qué hora era, pero en lugar de eso me percate de un pequeño escudo plateado en el fondo del reloj, debajo de las manecillas. Quizás ese era el escudo de su familia. Agite la cabeza en busca de despejarme el pensamiento, pero en lugar de eso noté que de nuevo se cubría la nariz, asqueado. Me moleste mucho al principio, pero ahora ese enojo iba en aumento y pronto se volvería rabia y frustración. Normalmente cuando me enfurecía o me frustraba o ambas las lágrimas se escapaban de mis ojos sin poder controlarlo, era un reflejo involuntario. Descubrió su nariz e inmediatamente se puso de pie a mi lado, casi como por arte de magia la chicharra sonó antes de que pudiera quejarme de su comportamiento.
Salió corriendo en cuanto pudo, Carol se acercó a mí con aire algo divertido.
_ Disculpa la conducta tan fatal de mi hermano, es solo que tú le provocas una se… _
_ Caroline tengo que hablar contigo ahora mismo. _ La interrumpió William

La chica se disculpó y brincó hasta donde la esperaba su hermano con cara de molestia, la pequeña y graciosa chica lo miraba con un aire divertido aunque él la estuviese regañando.
Salí del salón e intenté encontrar mi siguiente clase: literatura; después de preguntar a algunas personas logre llegar a tiempo.
Entre y miré a mi alrededor, no estaba William, pero si estaba Jonathan, sentado junto a su hermano Robert. Ambos me sonrieron con mucha confianza, había dos asientos vacios a su lado y eran los únicos que quedaban. ¡Qué más da! además ellos parecían ser más amigables que mi extraño compañero de clase.
_ Hola, mi nombre es Jonathan y él es mi hermano mayor Robert. _ me saludó con una voz dulce y fraternal. _ Tú debes ser Rosemarie, la nueva alumna._
_ Gusto en conocerlos, pero no me gusta que me llamen por mi nombre completo, solo me gusta que me llamen Rose. _ le pedí.
_ Pues… Rose, que te trae por aquí. _ preguntó Robert.
_ Mis padres regresan a trabajar al hospital general y decidieron que viniera con ellos. _ confesé.
_ Oh, entonces te tendremos aquí por un tiempo ¿no? _ sonrió Robert.
_ Sí, eso creo. _ reí.
Miré en dirección a la puerta y lo vi entrar. De nuevo entró con la elegancia que hacía babear a la mayoría de mis compañeras, seguramente no se había percatado de mi presencia ya que sonrió bastante amable. Tomó asiento en la silla vacía a mi lado, pero no volvió a sonreír. Me estrujé los sesos en busca de una explicación coherente con todo esto, pero no la encontré y a cambió me gané una punzada en la sien después de haber estado presionándola. De nuevo me miraba con curiosidad terroríficamente hipnotizante, por más que quería dejar de mirarlo de reojo no podía soportar la idea de no verlo, aunque me causa una intimidación horripilante y su sola expresión me ponía la piel de gallina no podía dejar de admirar su rostro de facciones perfectas; aunque todos los chicos Rivers y Peterson se parecían por la inmensa perfección en la que estaban creados cada uno tenía algo que lo diferenciaba de otro y lo hacía especial.
Robert, por ejemplo, tenía su figura alta, fornida y casi… tosca, pero aun así su expresión te recordaba un oso de felpa; John, en cambio, tenía un rostro dulce y amable casi como de un chico tímido, aunque su complexión era fornida para la edad que yo le calculaba: unos diecisiete años, como todos facciones tan perfectas que parecía tallado a mano.
Ashley y Caroline eran parecidas en su forma de actuar y de moverse, ambas parecían danzar una especie de ballet perfectamente sincronizado y lleno de ritmo, sus sonrisas denotaban felicidad y simpatía con todos (aunque no hicieran amistad con nadie), al igual que sus hermanos eran perfectas de pies a cabeza; durante el transcurso del día había notado que muchos de los chicos de grados mayores, menores e iguales besaban el piso por donde ellas caminaban. Para fines prácticos, las alababan como diosas. Al final de la clase había logrado establecer una conversación bastante interesante con los chicos Peterson, aun me parecían un poco tímidos, pero ya no tanto como por la mañana. El timbre sonó de nuevo después de una hora casi exacta.
John y Robert se despidieron y dijeron que quizás nos veríamos por la tarde. Caminaron acompañados por sus hermanas hasta el final del pasillo y se envolvieron de pies a cabeza en una capucha grisácea antes de salir, los mire extrañada, nunca antes había visto una conducta similar.
Mi última clase no era mi favorita, tenia gimnasia, pero era mi primer día así que quizás no haría muchas cosas, quizás solo tendría que jugar un partido de voleibol o algo por el estilo.
Cuando llegue busque mi casillero de gimnasia y metí mi maleta con un pants viejo que tenia por ahí en mi armario, rápidamente me cambie de ropa y pronto comenzamos a hacer calentamiento, fue un calentamiento de casi toda la clase, al final tuvimos un pequeño tiempo para jugar un partido de voleibol, los chicos hicieron los equipos, yo pertenecía a el equipo de Sara y nuestro contrincante era el equipo de Ben. Logre atinar uno que otro golpe en la cabeza de un contrincante, pero al final la que salió herida fui yo, un mal movimiento hizo que mi tobillo se doblar y como si fuera poco al caer me torcí una mano. ¡Vaya que suerte tengo!
Al final de la clase me tarde mas en salir, porque tuve que cruzar el gimnasio con un pie algo hinchado y una mano adolorida cojeando.
Cuando llegue a los vestidores la mayoría de las chicas ya habían salido, solo sobraban una cuantas que platicaban, pero pronto me dejaron sola. Con un poco de trabajo logre ponerme los zapatos y el pantalón, guardé todo en la maleta de gimnasia y justo cuando iba a guardar las cosas alguien entro en el edificio. Eran William y John, el primero arrastraba en segundo de un brazo, John intentaba hacer que lo soltara pero no podía ya que el otro chico lo agarraba con decisión y firmeza. Por fin lo soltó y lo puso frente a sí mismo.
_ ¿En qué piensas, acaso eres estúpido? _ pregunto muy enojado William.
_ ¿De qué hablas? _ preguntó John.
_ La chica nueva, Rosemarie, no debes estar cerca de ella. _ gruño su hermano.
_ ¿Acaso estas celoso? Además no es malo ser amigo de un mortal, no estoy violando ninguna regla vigente impuesta por Edward. _ se quejo John.
_ El consejo ha decretado que cualquier relación con un mortal será pagada con la muerte, eso significa que no puedes ni siquiera ser su amigo. _
_ Yo solo obedezco las leyes de Edward no las de Julio, además que te importa si quiero estar cerca de ella. Déjame en paz. _ gruño John y casi inmediatamente azoto la puerta de entrada.
¿Mortal? ¿A que se refieren con eso de mortales? ¿Quienes son el consejo? ¿Quién demonios es Edward y quién demonios es Julio?
Tenía que encontrar respuestas a esas preguntas, pero como lo haría si ni siquiera sabía de que tenía que encontrar información. Un golpe horrible que resonó por todas partes me hizo reaccionar. Asomé la cara por las puertas del vestidos y lo vi: era William con el puño sumido en piso de madera, su cara era de una persona rabiosa, un gruñido sordo salió de su pecho; era un sonido anormal en una persona, ya que más bien parecía el gruñido de un lobo feroz.
Levanto la mirada y me vio espiándolo, estrecho la ranura de los ojos y de un movimiento rápido se incorporo, me dirigió una mirada rabiosa y dio la media vuelta.
_ ¡Espera! _ intente correr tras él, pero mi torcedura me lo impedía.
_ Déjame en paz ¿quieres? _ gruño azotando la puerta en mi cara.
No podía dejarme así, no podía. Abrí la puerta y logre velo doblar la esquina de un pasillo, con un pie adolorido logre correr tras él.
_ ¡Espera! _ volví a gritar.
Por fin lo logre alcanzarlo y me le plante en frente para que no pudiera seguir escapando. Fruncí el ceño en parte porque el dolor se había vuelto insoportable y en parte porque esa conducta me molestaba mucho.
_ ¿Cuál es tu problema conmigo? _pregunte molesta.
_ Aléjate de mí._ intento volver a escapar.
_ No._ volví a interferir en su huida._ ¿Qué te he hecho yo para que me trates de esta forma? _
_ Solamente aléjate de mí, no soy una buena persona. _ dijo con una voz más dulce, pero aun así se escuchaba como una amenaza.
_ Dame una razón. _ dije con voz firme.
Frunció el ceño e intento hablar, pero no podía, no sabía que decir. Titubeo un momento hasta que se dio cuenta de que no tenía escapatoria.
_ No le diré a nadie lo del gimnasio, pero a cambio podrías fingir un poco de compañerismo en mi presencia._ le pedí.
Suspiro.
_ Está bien, tratare de portarme de una mejor manera. _ prometió con la cabeza gacha.
_ ¿También podrías explicarme una cosa? _pregunte con timidez.
_ ¿Que deseas que te explique? _
_ ¿Por qué me llamas mortal? _
Trago saliva y abrió los ojos como platos, inhalo profundamente y abrió la boca como queriendo hablar pero ni una palabra salió de su boca.
Se acerco un poco a mi e inhalo de nuevo, solo que ahora más tranquilo; Abrió los ojos y note u cambio de color en ellos , se habían ennegrecido muy cerca de la pupila y una chispa rojiza bailaba en ellos.
_ Tus ojos… ¿estás bien? _ pregunte acercando mi mano a su rostro.
Se coloco unos lentes oscuros casi inmediatamente después de que le pregunte por el extraño cambio de color. Decidí retomar mi pregunta anterior.
_ Puedes responder a mi última pregunta por favor._
_ Tengo que irme, disculpa._ salió corriendo, casi huyendo.
Me dejo con la palabra en la boca, prácticamente me había dejado hablando sola. Me moleste mucho mas, odiaba que me dejaran hablando sola en espacial cuando había hecho una pregunta. Frustrada regrese al gimnasio por mis cosas.
Cuando llegue ya había una persona de intendencia evaluando el daño al piso. Pase junto y mire lo que el chico Rivers había causado, había logrado perforar el piso y llegar varios centímetros bajo tierra. ¡Vaya fuerza que tiene ese chico!
Salí a mi auto, que era uno de los últimos. Por el espejo retrovisor logre ver el auto de Carol. Mientras miraba en busca de algo raro, alguien toco en la ventana.
_ ¿Hola, te gustaría venir a cenar con nosotros hoy por la tarde? _pregunto John recargándose en la ventana.
_ Mmmm, no lo sé, no quiero que tengas problemas con tu familia por culpa mía. _ dije recordando la pelea que tuvo con su hermano.
_ No te preocupes, yo te defiendo de ese loco. Entonces... ¿vienes?, claro, con tu familia. _
_ Necesito consultarlo con mis padres, si dicen que si nos veremos allá._
Despego el brazo del auto, sonrió y se despidió corriendo hacia el auto de su hermana. Subí el cristal y me di cuenta de que auto era el que estaba junto a mí, era ese Malibù plateado, que le pertenecía a William, note que el dueño del auto no se acercaba y solo miraba por el espejo. Nuestros ojos se encontraron por un momento y después opte por mejor alejarme.
Mi nueva-vieja carcacha se estremeció de nuevo y poco a poco se calmo, en cuanto me aleje lo suficiente, él subió a su auto.
Conduje despreocupada de la vida hasta la calle donde era mi nueva dirección, pasa frente a la mansión de los Cathwright y de los Peterson. Carol y John acababan de llagar, el auto plateado apenas venía dando la vuelta a la esquina. Estacione el auto fuera de la rampa del garaje y Salí del, subí las escaleras y mire atrás, sentí una extraña sensación de ser perseguida o espiada.
Entre a casa y cerré la puerta rápidamente para no tener que volver a sentirme así, lo odiaba. La casa estaba totalmente vacía, mamá y papá aun no regresaban del trabajo, así que quizás tendría que quedarme sola toda la tarde o por lo menos hasta que ellos aparecieran por aquí. Deje el permiso de la excursión sobre el comedor con una pluma, por si ellos llegaban mientras yo no estaba o estaba dormida. Subí mis cosas a mi habitación y comencé a adelantar un poco los proyectos que tenía que entregar para tener derecho a calificación en algunas materias, en cuanto acabe lo que me había propuesto adelantar a todos esos proyectos adelante las tareas.
Empezaba a oscurecer y mis padres no aparecían por ningún lado, me anime y los llamé.
_ ¿No llegaran a cenar? _pregunté.
_ No, lo sentimos hija, hoy hay mucho trabajo, ¿Por qué preguntas? Si tu puedes preparar tu cena. _dijo mamá.
_ Pues, porque los vecinos nos invitaron a cenar, pero mejor les digo que no vamos a ir._
_ No, mira, ve tú nosotros después te alcanzamos ¿está bien? _
_ Ok. _
Colgué el teléfono y tome un abrigo para salir al frío, tome mi celular y salí. Camine un poco antes de volver a sentir que estaban vigilándome, mire hacia todos lados, pero no podía ver nada, todo estaba muy oscuro y el bosque era espeso. Cuando llegue al empedrado que me llevaría hasta la entrada de la casa esa ansiedad se incremento. pensé.
Cuando llegue al jardín encontré una reunión, estaban John, Robert, Caroline, Ashley, William y otros dos chicos; una chica de tez mi pálida, cabello castaño y ojos azulados. El muchacho tenia tez marmolea, unos ojazos verdes y cabello rubio. Asome mi cabeza tímidamente entre los árboles.
_ Lo siento, ¿interrumpo algo? _ pregunte apenada.
_ Hola Rose. _ saludo Robert.
_ Estábamos a punto de salir ¿Por qué? _pregunto John.
_ Pensé un poco la invitación que me hiciste y decidí aceptar venir a cenar con ustedes, pero veo que están algo ocupados. _dije tímidamente.
_ Lo siento Rose, fue in imprevisto, que sea otro día, ¿te parece bien?_ propuso Caroline.
_ Sí, claro, no hay problema. _ sonreí.
_ ¡Ah!, por cierto, ella es mi hermana Ale y su novio Kellan. _ Robert me presento a los dos muchachos que estaban de pie tomados de la mano.
_ Gusto en conocerlos._ sonreí.
_ Igualmente._ ambos dijeron al unísono.
Me despedí de todos y justo cuando llegue con William contuvo la respiración, como si le molestara mi olor, aun así era un caballero y se despidió de mi, como gente decente aun con las ristas y murmullos que se formaron a nuestro alrededor.

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