helllloooo!!!!!!

Hola a todos los que me visitan , se los agradesco mucho.

Esta pagina es para todos los que se quedaron con hambre de mas twilight (y me imagino que todos los amantes de twilight se quedaron como io, hambreados y sedientos de maaaaaassssss). Esta no es una pagina para buscar fotos de los protas en cueros, asi que no quiero que despues anden diciendo, "esque ahi no hay nada bueno" jajaja >D ( Aunque de vez en cuando les voy a soltar unas cuantas )
Recuerden:POR CADA VEZ QUE LEAN UN ARTICULO Y NO DEJEN UN COMENTARIO...EMMETT SE COME UN CACHORRO DE LEON :D:D:D JEJEJE

lunes, 6 de diciembre de 2010

Capitulo cinco ...:::: Salvada:::::......


Salvada
Sentí en corazón en la garganta, quise escapar, pero mis piernas no respondían. Cerré los ojos esperando el dolor del golpe, pero en lugar de eso sentí que el piso se separaba de mis pies, ¿Estaba muerta ya? ¿Me habría salvado? Abrí los ojos y pude ver un ángel de cabello dorado y piel pálida sosteniéndome, giré de nuevo la cabeza y vi ambos autos estrellarse a pocos centímetros de nosotros. Ahora más que emocionada por estar en los brazos de Will, sentía un nudo en el estómago de terror. Todo esto lo veía en cámara lenta ya que pasó en menos de un segundo.
Escuché gritos desgarradores y al mismo tiempo me encontraba en algún lugar lejano, no estaba en mi cuerpo, porque no podía moverme. Las voces a mí alrededor se acercaban, pero eran poco claras. Tenía la vista fija en el montón de autos que se compactaban uno contra otro y que sin más remedio se llevaban a sus pasajeros con ellos. La escena era la peor que había visto en la vida. Podía sentir el aroma a oxido y sal inundar mi nariz, sentí nauseas.
_ ¡Rose, Rose, por favor vuelve!_ me decían de algún lugar lejano.
Sentía una opresión en el pecho y no había respirado en todo este tiempo, pero no me importaba esa escena me tenía en shock.
_ ¡Por favor, Rose! _ Cada vez escuchaba las voces más cerca.
Aclaré la vista en lo que tenía más cerca, pero aun así no conseguía reconocer rostros, pero voces ya, estaban Will, Carol, John, Robert y Ashley a mi lado.
Por fin al primero que enfoqué fue John, sus ojos denotaban preocupación extrema. Aspiré todo el aire que me faltaba en los pulmones con rapidez, eso me hizo entrar de nuevo a la realidad. Se tranquilizaron un poco al verme respirar agitadamente.
Ahora lo podía ver todo, era un accidente, una carambola como les llaman, la camioneta de Trevor se había estrellado contra mi auto y varios en esa fila. ¡Los chicos que estaban en el auto de alado! Ahora sabía de dónde venía el olor a sangre.
Me incorporé de un salto y perdí la visión y el equilibrio por un momento, me desplomé de nuevo a los brazos de John. Tenía el corazón a mil por hora y la adrenalina me llenó en unas cuentas fracciones de segundo, me incorporé aún si haber recuperado la vista totalmente y bajé a trompicones las escaleras. Lo primero que hice fue correr hasta donde había quedado mi auto todo compactado, me puse de rodillas y aun con el olor a sangre inundándome la nariz comencé a buscar a mis compañeros.
_ ¡Jess, Jess! ¡¿Dónde estás?!_ gritaba como loca.
_ ¿Qué sucede? _ preguntó Will hincándose a mi lado.
_Jess y otros chicos están aquí, los vi justo antes del accidente. _ respondí desesperada.
_ Caroline, llama a una ambulancia._ le dijo a su hermana mientras yo intentaba mover una llanta.
Toda la multitud se juntaba a nuestro alrededor, miraban el accidente e intentaban sacar a Trevor de lo que había quedado de su auto. No podía pensar en otra cosa más que en sacar a los chicos que habían quedado atrapados ahí.
_ ¡Jessica, ¿me escuchas?!_ comenzaba a ponerme en un estado de histeria.
_ ¿Rose? Rosemarie, estamos aquí. _ respondió por fin Jessica.
_ ¿Están bien?, ¿No hay muertos? _
_ No puedo mover las piernas, me duele mucho._ la chica comenzó a llorar.
_ Te sacaré, aguanta. _
Busqué por todos lados a Will, pero ya no estaba a mi lado, ahora estaba ayudando con Trevor. Corrí hasta donde estaba él y sus hermanos.
_ Jessica y otros chicos están atrapados entre dos autos._ le dije al borde de la desesperación.
Sin pensarlo siquiera corrió hasta donde estaba lo que quedaba de mi auto. Le indiqué el lugar exacto donde había escuchado la voz de Jessica. Me puse de rodillas e intenté identificar el lugar donde sería más conveniente sacarla.
_ Jessica… ¿Dónde están tus piernas?_ le preguntó Will.
_ Debajo del auto de Rose, pero ¡no las puedo mover!_ Jess gritaba de histeria.
_ Calma, yo te sacaré._ le gritó intentando calmarla.
Uno de los maestros nos facilitó una lámpara y solo así pudimos ubicar a los chicos, la mayoría estaba inconsciente.
_ Rose… aléjate unos pasos. _ me ordenó Will.
Obedecí.
Will tomó auto por el guardafangos y con un solo movimiento del brazo lo logró retirar. Lo lanzó más de un metro lejos de nosotros, todos los que estaban ahí lo miraron susurrándose cosas al oído. Me quedé sorprendida por lo lejos y por lo fácilmente que había levantado el auto. ¿Cómo demonios lo había logrado?
Tomó a Jessica en brazos, pero inmediatamente ésta soltó un terrible grito de dolor. Will la dejó de nuevo en el piso, tras ella estaban los otros cuatro chicos, uno de ellos, Harry, se levantó con la cabeza sangrando, inmediatamente cayó fulminado al piso chorreando. Ese aroma tan distintivo de la sangre me inundó la nariz y me bloqueo el cerebro, sentí muchas nauseas, pero lo peor fue que no me podía mover para quitarme de ahí, me había petrificado.
<<>> pensé.
La ambulancia se abrió paso entre el grupo de estudiantes que estaban contemplando lo que sucedía.
_Rose. _ escuché la voz de John muy lejana.
Giré la palma de mis manos, estaban empapadas de sangre. De pronto me vi en otro lugar, el piso era de loza blanca y estaba todo cubierto de sangre, mire mi ropa y tenía el pantalón manchado de las rodillas.
_ Rose, ¿estás bien? _ seguía hablándome John.
Me levanté por mi misma y caminé unos cuantos pasos hasta que tropecé con algo. Regrese de esa visión.
Estaba tirada entre Harry, Betty y Bob, entre todos habían hecho un charco de sangre en el que me había caído. Solté un grito al ver la mano de Betty con una fractura expuesta.
_ Calma, Calma._ dijo Will acercándoseme e intentando levantarme con cuidado.
Miré su ropa… estaba manchado de sangre en toda la camisa y parte del pantalón.
_ Rose calma, no pasa nada. _ ocultó mi rostro para que no mirara mientras levantaban a los chicos.
Apenas y podía percibir el aroma de su colonia, todo él olía a sangre fresca, sentía que me asfixiaba estando tan cerca de él, prácticamente me tenía abrazada.
Me lo quité de encima de un empujón, mi suéter color hueso quedó con motas color carmesí, me temblaban las manos y las piernas eran simplemente un par de hilos que se movían con el viento. De nuevo vi el piso de loza blanca cubierta de sangre justo donde yo estaba parada. El estomago no dejaba de convulsionarme.
_ Rose, Rose. _ repetía Will sin dejar de mirarme.
Me faltaba el aire, necesitaba salir de ahí. Apenas y respiraba, imagino que por eso Ashley se alarmó.
_ Esta en shock. _ comentó alguno de los chicos.
_ La llevaré al hospital._ dijo Will.
Sentí sus fuertes brazos rodear mis hombros y con un ligero empujón hizo caminar mis pies. Sentí el asiento de piel de un auto y después escuche una puerta casi inmediatamente escuche otra, el motor de un auto rugir y cuatro llantas rozar el pavimento; no podía moverme, tenia entiesados todos los músculos y aunque me dolieran no podía des tensarlos. Tenía fuertemente apretada la boca para evitar que las nauseas me ganaran.
_ Calma Rose, pronto llegaremos._ dijo Will a mi lado rozando mi mano izquierda con las yemas de los dedos. Ni siquiera eso me derritió.
El motor del auto se apagó, oí ambulancias llegar y gritos de paramédicos pidiendo medicinas y morfina, ya habíamos llegado al hospital. Sus brazos me pasaron de nuevo por los hombros y me cargo fuera del auto, intento ponerme de pie, pero ahora si mis piernas no soportaban mi peso, sentí su otro brazo pasar por debajo de mis rodillas. En cualquier otra circunstancia me hubiese encantado que me cargara de esta forma o que me hablara tal y como lo había hecho, pero ahora apenas podía concentrarme en respirar.
Una luz blanco pulcro me cegó un instante y después… loza blanca por todos lados, miré a Will tenía algunas gotas de sangre en la mejilla derecha. Y para no dejar la costumbre… más aroma sanguinolento por todas partes, pero que esperar, es un hospital. Por fin reaccioné.
_S-sa-sácame… d-d-de aquí. _ logre articular a pesar de que me temblaba la boca.
_ Pero…_
_ ¡Por favor! _por fin podía hablar bien.
Dio la media vuelta y salió del hospital, y aunque aun no podía respirar bien, de verdad deseaba estar lejos de ese lugar.
Will me sentó en una de las bancas que estaban afuera, Se sentó a mi lado y miró mis reacciones un instante, después me tomó la mano.
_ Rose, cálmate, ya pasó. _
Sentí alivio con sus palabras, era como si pudiese eliminar mi miedo con tan solo unas cuantas palabras. Cerró sus dedos en torno a los míos y dio unas palmadas en el torso de la mano, miré sus ojos, jamás en mi vida había visto un par de ojos refulgir de esa forma, era como si tuviesen luz propia. No pude evitar sonreír. Devolvió el gesto con otra sonrisa y se puso de pie a mi lado como si fuese un guardaespaldas.
_ Creo que es mejor que nos vayamos ya a Tofino. _ dijo extendiendo su mano en símbolo de ayuda.
_Gracias, pero, ¿qué sucederá con mi auto?_
_ Llamaré a un amigo para que lo arregle, te prometo que quedara como nuevo._ volvió a sonreír y sus ojos chispearon.
Tomé su mano aun manchada y caminé a su lado hasta donde estaba el auto, iba en silencio y con las manos metidas en los bolsillos. Parecía una persona muy diferente a la que me había recibido el primer día de escuela. Abrió la portezuela del copiloto y me ayudo a subir, aunque no era necesario lo hizo de buena fe. Aun nos esperaba un tramo largo que recorrer desde Ucluelet hasta Tofino y no podíamos recorrerlo juntos y peleados.
El motor de su auto casi no hacia ruido, era parecido al ronroneo de un gato, así que para matar el silencio prendió el radio, empezó la canción de MK Ultra, una de mis favoritas. Me dio pena cantarla, así que solo moví el dedo índice al ritmo de la canción. Will subió el volumen.
_ Veo que te gusta MUSE. _ comento para romper el silencio.
_ Sí, es mi banda favorita. _ conteste con un hilo de voz.
Abrió un compartimiento al frente de la palanca y saco un disco plano y blanco, lo puso en el estéreo.
_ Entonces esto te gustara. _ sonrió.
Reconocí el ritmo, era Undisclose Desires, sonreí, el ambiente era más tranquilo que nunca. Tenía la vista clavada en la carretera y al parecer no se había percatado de que lo miraba, su misteriosa actitud era lo que me atraía, quería descubrir que ocultaba. De pronto recordé algo de el accidente, un segundo estaba a dos centímetros de una camioneta fuera de control y al siguiente estaba a salvo en las escaleras y lo único que había podido ver era a Will. ¿Cómo era posible?
_ ¿Cómo es posible? _ murmure para mi misma.
_ Disculpa. _
¿Lo había dicho tan alto? No, quizás hablaba de otra cosa. Pero de todas formas tenía que aclarar mi cabeza, quizás solo fue un truco de mi cerebro.
_ Es sólo que… _ reí _ Creo que me volví loca. _
_ No lo creo, porque si tú estás loca, eso significa que yo estoy loco también. _
_ Pues… tendrás que ir a un hospital psiquiátrico. _ reí.
_ No. Si antes me cuentas por que te dices loca, quizás me cure y de paso tú. _ rió.
_ Pues… es una estupidez… pero me gustaría preguntarte ¿cómo lo hiciste? ¿Cómo me salvaste tan rápido? _ pregunté con la cabeza gacha.
Se quedo en silencio varios minutos isn siquiera mirarme, sólo se concentraba en la carretera. Quizás había tomado a mal lo que le había preguntado, pero como saberlo si no lo podía mirar directamente a los ojos sin que mi cerebro se volviera de chicle. Al fin habló.
_Fue… un arranque de adrenalina, suele sucederme. _ dijo algo serio para mi gusto.
_ Ah, sólo lo pregunté porque hasta ahora lo estoy contemplando desde otro punto. Lamento si te incomodé. _
_ No tienes por qué disculparte, eso ya pasó y… pues ni yo sé cómo explicarlo, es algo que yo no controlo. _ rió algo nervioso, me mentía.
Sus ojos de pronto se volvieron un mar de mentiras.
_ Will…_ no quería incomodarlo._ ¿estás seguro de que fue un arranque de adrenalina? No me mientes ¿verdad? _
Miró por primera vez en todo el camino directamente a mis ojos, sentí un nudo en la garganta, sentí que me decía con los ojos “no puedo decirte la verdad”. Devolvió la mirada al pavimento sin decir nada, hice lo mismo y miré el bosque que rodeaba la carretera, había cedros, pinos y muchas especies diferentes de plantas. Con eso me distraje el resto del camino. Nuestras casas estaban antes de llegar a Tofino así que el recorrido era más corto para ambos, buenas, aunque ese día no dimos vuelta en el lugar indicado. Un mensaje cambio nuestro rumbo.
_ Hmm… Will ¿sería mucha molestia q me llevaras al hospital?_
Fijo inmediatamente si vista en mí y me examino clínicamente.
_ ¿Te sientes mal?_ pregunto preocupado.
_ No. Papá quiere que vaya para allá ahora mismo._ expliqué.
Relajo el rostro y sonrió de nuevo nervioso, retomo el camino al centro. Llegamos y papá ya me esperaba, creo que no le gusto recibirme manchada de sangre.
_ ¡Rose! _ dijo mamá corriendo a mi encuentro.
_ ¿estás bien? ¿Por qué vienes así?_ pregunto papá mirando directamente a Will, ya que él también estaba manchado.
_ Si papá, es solo que hubo un accidente y…_
_ ¡Accidente! _ grito mamá.
_ Papá, estoy bien, vengo así por que después del accidente ayudé, bueno… “ayude” en mi forma, ya sabes. _
Suspiró. Con un mohín nos dijo que entráramos, afuera hacia frio y no era bueno, ya que el clima era malo. Llegamos a su consultorio y nos dio a cada uno un paño para limpiarnos lo más que pudiéramos.
_ Y bien… ¿que ninguno me va a decir que paso?_
Will y yo nos miramos y después miramos el piso. Will comenzó.
_El auto de uno de nuestros compañeros se salió de control y choco contra el de Rose, pero no se preocupe, logro salir de ahí justo a tiempo, no lo sucedió nada._
_ ¿Y a sus compañeros?_
Un escalofrío recorrió toda mi columna, de nuevo sentí como si la sangre estuviera bajo mis manos y pies, respiré profundo para controlar las nauseas.
_ Los están atendiendo en Ucluelet._
Papá asintió pensativo. Estuvimos en silencio varios minutos hasta que un par de golpes en la puerta nos despertaron. Will abrió en silencio la puerta. Era Caroline. Lo venía a buscar.
_ Will, mamá y papá te buscan en la sala de espera. _
_ Voy para allá Carol. _ le contesto serio.
Volteó y nos dedico una sonrisa y un apenas audible hasta luego, salió de la habitación.
_ Se lo horrible que debe de ser para ti estar así, por que no vas a casa y te cambias, luego regresas._ dijo revisando unos archivos.
_ Pues…había olvidado mencionar que mi auto quedo inservible por el momento. _ dije con la cabeza gacha para no ver su reacción, pero con una sonrisita.
_ Entonces pídele al chico Cathwright que te lleve. _
Sonreí, parecía que ni siquiera le importaba mi auto, eso era bastante bueno, aunque esperaba por lo menos un bufido. Tomé mis cosas de la silla y me despedí al salir. Decidí no pasar a ver a mamá para no preocuparla por mi apariencia. En la entrada principal había un pequeño círculo de personas discutiendo, era la familia de Will. Reconocí a la mayoría, a excepción de dos que imaginé eran sus padres, pero ambos en lugar de padres parecían hermanos suyos. Stephanie, su madre, era alta, delgada, con el cabello largo y dorado como el de Carol, tenía unos ojos verde esmeralda muy hermosos y la piel tan pálida como la Luna. A su lado estaba el doctor David Cathwright, su cabello era castaño claro tirándole al dorado, tenía unos ojos tranquilos de color caramelo, el rostro de Will era muy parecido al de su padre en varios aspectos, incluyendo la palidez extrema, aunque ni Will ni Carol era tan pálidos cómo sus padres y familiares.
_ ¡Rose! _ Carol paró la plática._ ¿Ya conoces a mis padres?_
Mire de nuevo a David y Stephanie. Ahora su rostro era más dulce y menos frio, los ojos de ambos eran serenos y cálidos.
_ No._ respondí algo más tranquila.
Me tomo del brazo y me acercó a el circulo, sus padres sonrieron deslumbrantemente.
_Mamá, papá, ella es mi amiga Rosemarie, es la chica de la casa de al lado. _ dijo diciendo mi tarjeta de presentación de memoria.
_ Gusto en conocerte. _ dijeron al unísono.
_Igualmente. _
Con la mochila ocultaba la sangre que había manchado mi ropa, aunque no le hicieron caso seguramente se dieron cuenta de que yo también estaba manchada como sus hijos. Con una sonrisa se despidieron y caminaron despacio rumbo a sus respectivos pasillos, ambos moviéndose singularmente, como si estuvieran modelando, porque eso parecía, modelos. Carol y el resto de los chicos hicieron lo mismo y salieron del edificio.
_ Will… ¿sería mucha molestia que me llevaras a casa?_ pregunte con la mirada gacha.
_ No, claro que no, de hecho voy para allá. _ sonrió deshaciéndose del poco aliento que tenia.
Con su suéter me cubrió de la lluvia y juntos caminamos hasta el reluciente automóvil. El ronroneo del motor nos indico que estaba encendido, con movimientos suaves giró rumbo a nuestro camino. A la velocidad a la que iba llegamos en poco tiempo. Se detuvo frente al pórtico de mi casa e inmediatamente se bajo para abrirme la puerta, era un caballero al derecho y al revés. Le sonreí tontamente. Esperó hasta que abriera la puerta para subir de nuevo al auto.
_ Will, no quisiera aprovecharme, pero… ¿después podrías llevarme de nuevo al hospital? _
_ Claro. _ De nuevo sonrió. _ Me cambio y regreso para esperarte. _
Entre y volando subí las escaleras, , entre en el cuarto y rápido abrí la llave del agua, me metí en el chorro aun friolento y lave todo minuciosamente, pero rápido. Lavé mi cabello y pronto Salí de nuevo, el frio ni me importo y pronto me cambie, miré la blusa manchada, jamás se desmancharía, así que la puse a parte para después ver que le hacía. Cepille mi cabello rápidamente y en menos de 15 minutos ya estaba lista y reluciente. Mire por la ventana y efectivamente ahí estaba, recargado contra la puerta del copiloto, con las manos en los bolsillos, estaba tan reluciente como su auto. Tomé el celular y un poco de dinero por si se ofrecía y en menos de un segundo ya estaba abajo abriendo la puerta. Su rostro se ilumino de repente como si le hubiesen prendido un foco. Abrió la puerta del copiloto y la mantuvo así hasta que entre, la cerro e inmediatamente ya estaba cerrando la del conductor. Dio la vuelta y condujo hasta el final de la calle, pero en lugar de girar a la izquierda giro a la derecha rumbo a Long Beach.
_ Mmmm… Will el hospital es hacia el otro lado. _comente con una sonrisa algo confundida.
_ Lo sé. _contesto sereno.
_ Mi padre me espera en el hospital._ volví a decir
_ Hmm… pues vele avisando que no llegaras al hospital._ sonrió algo pícaramente.
_ Si no llego se preocupara. _ intente convencerlo.
_No te estoy secuestrando…_ rio_ no aun._
Lo mire, sabia como se pondría papa si no llegaba en un rato más, se pondría peor de histérico que mama y eso ya era bastante.
_ ¿A dónde vamos?_ pregunte algo alarmada por su respuesta anterior.
_ No has comido nada desde el café a la hora del almuerzo. Te hará daño el susto con el estomago vacio, además, que tiene de malo que te secuestre una o dos horas para llevarte a comer algo y distraerte de todo lo que ha pasado hoy._ sonrió de nuevo de esa forma traviesa que me deja sin palabras.
Sin poder oponerme a sus ojos lo único que pude hacer fue asentir algo confundido. Aun me causaba un poco de extrañeza su cambio de actitud tan repentino. Marque rápidamente en el teléfono un mensaje para papá.
_Llegamos._ anunció deteniendo el auto.
Estábamos en el restaurante de Wikaninnish, el Sol estaba a solo unas cuantas horas de ocultarse y daba directamente en mis ojos. A Will parecía no importarle, sus ojos reflejaban esa luz con una intensidad mayor que nada en este mundo; porque él no es de este mundo. Salió del auto y en el pequeño lapso en que yo giraba la mirada a la puerta él ya estaba ahí, de nuevo súper rápido. Caminamos juntos a la entrada del restaurante, tenía una linda vista a la playa, una mesera se acerco y nos condujo a una mesa fuera en una terraza techada el primer piso. La brisa estaba un poco fría pero era agradable. Acercó la silla lo más que pudo a mí y sonrió mirando la carta. Ambos pedimos una Coca-cola y carne asada.
_ Y bien… ¿te sientes mejor? _ preguntó sonriéndome con los brazos cruzados sobre la mesa.
_ Si por mejor te refieres a no tener nauseas, sí, estoy mejor._ le devolví una patética sonrisa.
La mesera apareció con nuestras órdenes en las manos, Will ni siquiera la volteo a ver. Destape la Coca-cola y la vacié en el vaso intentando distraerme de su mirada, sentí como si se quisiese meter dentro de mis pensamientos. Solté una risita estúpida y nerviosa.
_ ¿No vas a comer? _ pregunte para hacer que dejara de mirarme así.
_ Claro, es solo que… me quede pensando en algo._ respondió apenado.
Corte en trozos la carne y comí los primeros en silencio. El parecía un poco más hambriento que yo.
_ Will, ¿cómo lo haces? _
_ ¿Qué cosa? _ pregunto intentando parecer inocente.
_ ¿Como… puedes ser tan rápido? Apenas giro la cabeza y ya estás ahí._
Tomo un trozo y se lo llevó a la boca, no quería responderme. De nuevo me ocultaba algo.
Suspiró.
_ No lo sé, siempre he sido así, desde que era niño. _ estaba serio. _ Era ágil y rápido para todo. _
_ Vaya, debe ser fantástico ser rápido y ágil. Yo nunca lo he sido. _ sonreí.
_No es tan bueno._ se quejó._ A veces desearía ser una persona normal y poder… ser como los demás sin tener que ocultarme._
Tomo el tenedor y comió un poco de carne, no dirigía su mirada hacia mi, estaba concentrado en el plato que tenía al frente. Hice lo mismo que él, me distraje con la ensalada y los trozos de carne antes de entablar otra conversación.
_ Así que… tus padres son médicos. _ comenzó
_Sí, se la pasan en el hospital todo el día y más aun desde que las matanzas aumentaron. _
_ ¿Y saben que o quien es lo que los mata? _ pregunto mirándome a los ojos de nuevo.
_Ni idea, todos dicen que es un “hombre-lobo”. _ reí diciendo sarcásticamente la última parte.
Esbozo una sonrisa burlona, aunque en el interior no le hacia la mas mínima gracia. Tomó la lata de coca-cola, dando un pequeño sorbo dijo:
_ Así que… no crees en eso. _ puso cara de guasón.
_No, soy de mente abierta, pero definitivamente en eso no creo. Se me hace inconcebible una mutación genética entre un animal salvaje y un humano._ sonreí desviando la mirada. _ Tampoco creo en vampiros ni en ninguna de esas cosas._
_ Te sorprenderías. _ murmuro soltando una risa entre dientes.

lunes, 4 de octubre de 2010

Felicidades!!!

Felicito a los blogs ganadores y espero que esta cadena no se rompa
Instrucciones::
- Pegar la imagen en tu blog y presumirla jeje
- Afilianos a tu blog
-Da el premio a 5 blogs mas !!!!
- SIGUE ESCRIBIENDO!!!!!!!!

sábado, 2 de octubre de 2010

Capitulo cuatro....:::: Cambio de actitud::: Crescent Light


Cambio de Actitud
Se supone que hoy vamos a ir a los jardines botánicos, así que perdería todo el día y la mayor parte del fin de semana lo tendría que ocupar mirando la naturaleza, pero eso no era lo que me tenía tan … emocionada, lo que me tenía con este humor era que hoy esperaba ver a William, ya que la última semana no asistió a la escuela. Ni él ni su familia, eso me tenía preocupada, pero como el proyecto valía toda la calificación, estaba segura de que ninguno faltaría.
Me levanté muy temprano, me di una ducha rápida, el día estaba un poco nublado, así que decidí ponerme unos jeans y una playera de manga larga. Arreglé muy bien mi habitación y mi mochila, aunque en realidad lo único que iba a necesitar era una libreta y unas plumas.
Abrí las persianas y note que en casa de Carol ya había bastante actividad, tal y como yo esperaba. Miré hacia el balcón que daba directamente a la ventana de mi habitación, y vi una figura algo borrosa recargada en el barandal, definitivamente era uno de los chicos. Subió su cabeza y se encontró mirando directamente hacia donde yo estaba, después dio la media vuelta y entró en la casa.
Bajé a desayunar aun con mis pantuflas en los pies y el cabello enredado, pero no importaba, aun era muy temprano. Tomé una taza de café caliente y unas cuantas galletas de avena que por ahí encontré. Pronto bajaron mis padres ya vestidos y arreglados para ir al trabajo, ambos se veían muy bien con sus batas blancas. Primero se asustaron de verme ahí tan temprano.
_ ¿Qué haces aquí tan temprano?_ preguntó papá.
_Hoy quise madrugar._ dije tomando un sorbo de café.
Mamá me miró incrédula, desde aquel día en el hospital me miraba con esa sonrisa divertida que ponía cuando tramaba algo. Intenté hundirme en el café para no sentirme así de observada.
_ Y bien… ¿qué harás hoy?_ preguntó papá.
_ Iré a los jardines botánicos. _ mezcle el poco café que quedaba en la taza.
_ Escuche que los hijos de David también irán._ dijo sonriendo mamá.
Di un sorbo e intente hablar al mismo tiempo, por tanto: comencé a ahogarme con el café caliente, para mamá eso era una seña buena para rectificar lo que estaba pensando, así que… soltó una risita.
Después de una súper quemada de garganta y de por poco morir ahogada en café (aunque de verdad me gusta esa bebida) pude reaccionar.
_ ¿De verdad van a ir? _ pregunté ocultando mi emoción.
_ Sí, no pueden faltar. _
Por poco y empiezo a rebotar en las paredes de emoción tenía tantas ganas de pegar un grito y saltar como loca, pero logré controlarme bastante bien. Dejé la taza vacía en la lava trastes y salí corriendo a arreglarme. Me cambie de ropa como tres veces hasta quedar conforme conmigo misma, el peinado lo estuve probando como un millón y medio de veces al final lo dejé suelto, pero lo acomodé de tal manera que quedara coqueto. Al final traía puesta una blusa de un tono azul claro con un suéter y mis jeans favoritos.
Perdí la mayor parte de mi tiempo arreglándome para quedar igual que al principio solo que con otros colores; cuando me di cuenta ya era tiempo justo para irme a la escuela. Guardé mi celular en uno de los bolsillos del pantalón y tomé la libreta con la pluma. Bajé corriendo las escaleras y me despedí de cada uno de mis padres.
_ Suerte con el muchacho. _ rió mamá.
Papá la miró y después me miró a mí, le dirigí una sonrisa inocente antes de salir prácticamente huyendo de ahí. Conduje con calma por todo el tramo que tenía que atravesar para poder llegar al pueblo, el bosque estaba muy oscuro y el tan sólo pensar en lo frío que debía de ser, me daban escalofríos.
A los pocos minutos llegue a las primeras casas, la escuela estaba casi en el centro, así que todavía tenía un tramo que recorrer antes de llegar. Un autobús amarillo estaba esperándonos en el estacionamiento, junto a él ya había un grupo pequeño de chicos que hablaban mientras esperaban. Busqué mi lugar habitual cerca de la entrada principal y bajé todas mis cosas, me acerque hasta donde estaban todos.
_ ¡Hola! _ saludé con una sonrisa a todos, aunque no les callera bien a todos.
_ ¡Hey chica, ¿Qué onda?! _ Ben saludo bastante alegre.
_ Pensé que no vendrías. _ comentó Susi.
_ Si no vengo hoy, me reprueban en biología._ sonreí.
Seguimos hablando unos cuantos minutos más, el grupo creció, aunque yo al único que quería ver era a William. Pasaron varios minutos más y cada vez nos acercábamos más a la hora de partida, pero no había ni rastro de ellos.
Al poco rato el profesor ya nos estaba pidiendo los permisos y nos estaba acomodando.
_ Rose, ¿Dónde está tu compañero?_ preguntó el profesor mientras revisaba mi permiso.
_ Aquí. _dijo una voz a mi espalda.
Me di la media vuelta y lo encontré parado atrás de mí con los ojos clavados en el piso. Entregó el pequeño papel y subió al autobús. Su actitud era muy diferente a la de los días anteriores, ahora parecía más sumiso y algo nervioso.
Me dejó pasar al fondo del asiento, junto a la ventana, y después tomó asiento a mi lado, por un pequeño movimiento su mano rozó la mía.
_Perdón._ susurró apenado.
Esa actitud nueva me recordaba a aquella que había adoptado cuando nos conocimos, podía sentir la tensión en su cuerpo y a su alrededor. De la bolsa de su pantalón sacó un pequeño Ipod negro, le conectó los audífonos y comenzó a escuchar algo de música, miré el reflejo de la luz y pude ver a quienes escuchaba: Muse, mi banda favorita.
Cuando llegamos comenzaron a bajarnos, el profesor nos dio una hoja a cada quien con diferentes instrucciones, pero que eran las mismas para nuestro compañero, buscar los diferentes tipos de aves y plantas que encontráramos en el parque y durante el fin de semana ir a la playa para registrar todos los animales marinos que viéramos. ¡¿Qué?! A parte de estar todo el día con William tenía que pasar el fin de semana con él, eso si que era algo malo. M e sonrojé al ver su mirada intranquila en mi dirección, la sangre me subió al cerebro y la cara me ardía como un cerillo, eso era, tenía cabeza de cerillo.
_ Bien… ahora fórmense por parejas para poder registrarlos. _ dijo el profesor sacando unas cuantas hojas de una maleta.
Tuvimos que ponernos el uno junto al otro para que nos registraran y nos dieran otras instrucciones para en trabajo. Cuando por fin terminaron con el registro pudimos entrar al jardín. Desde que llegue a este lugar había tenido muchas ganas de conocer los famosos jardines botánicos de Tofino; tienen muchas especies endémicas y extranjeras que están en peligro de extinción.
Saqué la libreta y la pluma de una pequeña bolsa que llevaba y comencé a hacer una separación. Vi que él hizo lo mismo, solamente que su portada era mil veces mejor que la mía, ya que el dibujaba cosas hermosas. Me quedé mirándolo mientras dibujaba un águila calva en una de las esquinas de la hoja, se dio cuenta de que lo miraba atentamente y fugaz sonrió, se había sonrojado, pero no estaba muy segura de eso. Regresé la mirada a la libreta, no me atrevía a mirarlo directamente a los ojos.
_ Podría dibujar uno para ti si gustas. _ dijo sin despegar los ojos de la libreta.
Me quedé como atontada por su voz dulce y porque me había hablado sin que yo hubiese sido la que empezara la conversación. Me sonrojé.
Soltó una risilla discreta.
Eso me atontó más.
_ Bien… que te parece si empezamos a trabajar ahora. _ sonrió mirándome directamente a los ojos.
Asentí idiotizada.
Su mirada era tan penetrante que podía sentir que veía mi alma, mi interior, también eran tan hermosos que no podía dejar de verlos, sentía como si se volvieran una droga para mi, una droga tan necesaria que sin ella no me sentía bien. Se incorporó de la banca y me ofreció su mano como ayuda. Inconscientemente la tomé y de pronto sentí una descarga eléctrica recorrer todo mi cuerpo. Aunque me había hablado, no se detuve mucho tiempo mirándome a los ojos, más bien, lo ponía nervioso.
Su piel era suave y tersa como la seda, ahora tenía un color rosado, no tan rosado, pero no tan pálido como cuando lo conocí.
Caminamos por la primera sección del parque, a nuestro alrededor sólo había plantas y más plantas, parecía que estábamos en medio del bosque y así era, el parque estaba rodeado por un espeso bosque. Al principio sentí algo extraño de estar junto a él, pero después, su compañía me relajaba y disipaba el temor que tenía de estar en un lugar tan grande y solitario; no cruzábamos palabra, solo nos deteníamos para mirar de vez en cuando una que otra planta.
_ Creo que empezamos con el pie izquierdo._ al fin dije.
Me miró, pero de inmediato bajo la vista, desde ya hacía rato me había dado cuenta de que evadía mis ojos.
_ Sí, eso creo. _ respondió sin titubear._ Qué te parece si… ¿intentamos llevarnos bien?_
Eso era lo que yo había estado tratando de hacer desde que lo conocí, pero él se había negado. Pero ahora no podía rechazar esa invitación, porque me miraba directamente a los ojos, eso era lo que siempre me convencía de hacer lo que él quería, cuando me hundía en sus ojos de oro no podía evitar volverme su esclava.
_Si, sería buena idea. _ sonreí como idiota.
Dejó caer toda mascara y por fin pude verlo tal y como lo había visto aquella vez, a través de sus ojos. Sonrió de una forma que me quitó el aliento, sus ojos se iluminaron por el Sol y brillaron como diamantes, todo él brillaba como su fuese un ángel y esa fuese su aureola, su cabello despeinado y dorado no era de este mundo.
Comenzamos a tomar el proyecto como si fuese cualquier cosa y ahora ya empezábamos a llevarnos mejor.
_ La verdad no tengo ni idea de lo que hago. _ le confesé después de un rato.
Soltó una risilla.
_Pues las plantas que no tienen tantos pétalos como los tulipanes, que solo tienen tres, se llaman gamopétalas._ sonrió mientras sostenía con delicadeza un tulipán. _ El perfume del tulipán es muy hermoso. _
_ Creo que te entiendo mejor a ti que al profesor. _ reí.
Se incorporo y con un movimiento suave tomó mi mano, me haló hasta otro sendero donde había un jardín de rosas, pequeñas, altas, rosas, rojas, amarillas y blancas; pardas y de tamaño medio. Nos rodeaban por todos lados, y el aroma de ese lugar era como si estuvieras metido en un frasco con perfume de rosas.
_ Quería… mostrarte esto. _ sonrió clavando la mirada en el piso.
_ Es hermoso, me encantan las rosas en especial las blancas. _ le sonreí de igual manera.
Subió la mirada hasta mi rostro y ahí la detuvo, él era bastante alto, así que yo tenía que mirar un poco hacia arriba. Sus ojos se encendieron como linternas y su sonrisa se volvió de miel, dulce.
_Tengo que confesar que no me caes mal. _ solté la verdad.
_ Nunca me ha disgustado tu presencia. _
Me quede mirando sus ojos dorados, estaba diciendo la verdad, lo sabia, cuando miraba sus ojos podía ver qué era lo que realmente pensaba, bueno o una parte. Esta vez podía saber que era verdad, sentí un extraño alivio cuando dijo eso.
_ ¿Te gustaría tomar una café? _preguntó algo inseguro.
_ Claro. _ sonreí.
Al parecer mi respuesta lo puso bastante feliz, porque su semblante cambio, por completo. Atravesamos la mitad del jardín para llegar a la cafetería y al parecer no éramos los únicos que teníamos pensado tomar un café: Cassie y Malcolm también hacían fila para pedir, algunos otros chicos y el maestro estaban ahí. Cassie nos vio entrar y por poco y suelta un grito, pude verlo en sus ojos. Will se acercó a la barra y pidió dos capuchinos, mientras tanto yo busque una mesa afuera. Cassie me siguió con un brillo travieso en los ojos.
_ Te fascina ¿no? _ me sonrió traviesa mientras se sentaba en la pequeña mesa.
_ Claro que no, solo queremos llevarnos bien. _ intenté evadir su mirada.
_ Mmmm… no te creo, pero… tu solita te mientes. _
_ Cas, tengo que admitir que es guapo y caballeroso, pero no me gusta. _
_ Claro…. Claro, lo que tú digas. _
En ese mismo momento llegó Will a salvarme de mi amiga, traía dos vasos grandes en las manos y un par de bolsitas de azúcar en cada vaso. Se quedó congelado enfrente de Cassie.
_Creo que hago un mal trío, nos vemos Rose. _ se despidió y salió casi corriendo.
Will no le quitó la mirada de encima hasta que se perdió entre la multitud. Con la vista perdida entre los pinos del bosque puso los vasos sobre la mesa, no sabía que tanto miraba.
_ Qué te parece si mejor buscamos una mesa adentro. _
_ Ok, si no te sientes cómodo aquí podemos buscar una adentro._
Me miró algo indeciso, pero al final aceptó, tomó ambos vasos y caminó detrás de mí, me dejo escoger la mesa y después se sentó frente a mí.
Recargó los brazos en la mesa y fue ahí donde me di cuenta que tenía una cicatriz que llegaba muy por arriba del codo, casi no se notaba porque ya tenía el mismo tono que el resto de la piel, pero aun así a contra luz se lograba ver los pequeños bultitos, eran dos rayas paralelas y muy separadas. Tomó su café y le dio un sorbo, cuando se percato que miraba curiosa sus cicatrices las cubrió con la manga y cruzo los brazos sobre la mesa.
_ ¿Qué son esas cicatrices? _ le pregunté sin mirarlo a los ojos.
_ Son el resultado de un accidente, pero ya tienen muchos años. _
_ Parece como si apenas te las hubieras hecho unos cuantos años antes. _
Subí la mirada y vi sus ojos, me estaba mintiendo, eso era seguro.
_ Esa no es la verdad ¿o sí? _
_ Sí, esa es la verdad, es solo que no sé muy bien como ocurrió. En ese accidente yo era muy pequeño y fue ahí donde murió mi hermano mayor._ dijo con hilo de voz.
Subí la mirada ahora para ver su reacción, estaba tranquilo mientras me clavaba la mirada en el cerebro. Esos ojos eran muy diferentes a todos los que había visto en mi vida, nunca antes había visto unos con ese tono, pareciera como si no fueran reales, como si fueran lentes de contacto.
_ Lo lamento. _ dije realmente apenada por mi comentario.
_ No, no es nada, la verdad ni me llevaba bien con él, casi no estaba en casa y no lo conocí muy bien. Solo recuerdo que era muy problemático. _ dijo encogiéndose de hombros.
Sentí una opresión en el pecho y aunque lo ocultaba muy bien sabia que me estaba mintiendo en algo, pero si no me quería decir era por algo, así que decidí no meterme en su vida.
Le di un sorbo pequeño a mi café y me dedique a mira por la ventana un pequeño kiosco. Ahí una pareja tomaba un desayuno muy felices, aquí adentro solo estábamos un par de chico tomando un café sólo como amigos. Sentí algo extraño, giré la cabeza y me percaté de su mirada inocente pero cautivadora, sonreía de tal forma que sólo dejaba ver un poco de sus a perlados dientes, me sentí más afortunada que la chica del kiosco, para mí él era perfecto a su manera extraña y misteriosa. Cassie tenía razón, él me encantaba, no sólo por su apariencia, sino que también por su forma de ser.
_ ¿Y tú, de dónde vienes? _ por fin preguntó.
_ De california, he vivido allá los últimos once años._ respondí haciendo cuentas mentales.
_ Pero… tienes diecisiete ¿no? _ sonrió.
_ Sí, pero viví seis años en México, con la familia de mi padre. _
_ Vaya, eres… mexicana, canadiense y estadounidense, eres la primera persona con tres nacionalidades que conozco._ dijo sorprendido.
_ Y tú, ¿de dónde vienes? _ le pregunte por pura curiosidad.
Se quedó pensativo un momento y me miró con una sonrisa diferente, algo picara y misteriosa.
_ De muchos lugares._
No entendí muy bien porque decía eso, pero al parecer lo estaba diciendo en un tono serio con cara de burla.
_ ¿Cómo? _ sonreí.
Sólo soltó una risa entre dientes y me miró con esa misma cara de burla.
_ Yo… no sé porque lo dije. _ se estaba riendo de sí mismo, pero esa risa denotaba nerviosismo.
_ Anda… dime. _ le sonreí para darle confianza.
_ No, no tiene importancia._ comenzó a hacer círculos en la mesa.
Me quedé mirándolo, estaba totalmente segura de que me ocultaba algo, pero aún no me sentía en suficiente confianza como para preguntar.
Nos acabamos el café y de nuevo tomamos nuestras cosas y nos fuimos. Algunas personas a la salida nos miraban como si estuviéramos locos o enfermos. Seguimos en silencio el resto del recorrido. La hora de regresar casi llegaba y no había acabado de clasificar las plantas que me tocaban.
_ Puedo ayudarte si quieres. _se ofreció con una sonrisa cordial.
_ Si por favor, aun no sé ni lo que estoy haciendo._
Puso la libreta él sus piernas y ahí comenzó a escribir algunas cosas con su letra menuda y manuscrita.
_ Diremos que hicimos el trabajo juntos y así será más creíble._ dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
Solté una risa ahora más confiada.
Ya habíamos acabado la mayor parte del trabajo y nos sobraba más o menos media hora antes de que el bus partiera, así que volvimos al jardín de rosas. De entre sus cosas sacó una libreta de dibujo y un lápiz.
_ Si no es mucha molestia…_ comenzó algo tímido._ ¿Podría dibujarte? _
La petición me tomó por sorpresa, ¡Él quería dibujarme en su cuaderno! Me sonrojé y bajé la mirada.
_ Sí, claro. _ la risita tonta de nervios quería escapar.
Sentí su mano friolenta tomar mi barbilla y subir mi rostro de tal forma que pudiera verlo directamente a los ojos; el brillo de sus ojos era como el del sueño con aquel que me daba tanto miedo, sólo que este brillo era diferente, esta chispa no era malvada, sino cariñosa.
_ Toma asiento. _ me señaló la banquita que estaba justamente al frente de un matorral de rosas.
Acomodó mi rostro y con mucho cuidado cortó una de las rosas más escondidas que había, pero era la más hermosa rosa parda que había visto.
_ Sostenla y huele su aroma. Que tu pose sea normal. _ sonrió emocionado.
Antes la miré y después la olí, ladee la cabeza para que quedara más natural, se sentó frente a mí con su cuaderno y pronto comenzó a dibujar. Me miraba constantemente y siempre sonreía eso me hacia sonrojarme, pero según él decía que estaba perfecta con las mejillas rosadas.
El maestro comenzó a buscar a todos en el parque para nos fuéramos donde estaba el bus, encontró a Will en pleno dibujo y nada mas lo miró, pero no le dijo nada.
_ Es hora de irnos. _ le comente cuando el maestro se alejó.
_ Estoy en los detalles. _ dijo un poco apresurado.
Me quedé quieta un minuto más y justo cuando comenzaban a entumírseme las piernas, acabó.
_ ¿Puedo verlo? _ pedí intentando mirar por encima de su hombro.
_ En el bus Rose, en el bus. _ reía mientras me veía desesperada por mirar.
_Está bien. _ sonreí mientras lo tomaba de la mano.
Nos quedamos paralizados, ninguno de los dos esperaba esta reacción de mi parte, ni siquiera yo. Nos miramos a los ojos y ambos sonreímos, yo me sonroje y estaba segura de haber visto un poco de color en sus pálidas mejillas. Apretó sus dedos contra los míos y soltó una risita tímida. Su tacto me quemaba, pero sabía que su piel era fría, pero eso era lo que yo sentía cuando el tocaba alguna parte de mi piel, además sentía mariposas en el estómago.
_ Nos dejará el bus. _ comentó.
Salí de trance.
_ ¡Pues corre! _ lo jalé de la mano para que corriera tras de mí.
Ambos corrimos sin rumbo por todo el parque y al poco rato regresamos al jardín de rosas, eso significaba que me había perdido.
_ No te preocupes, yo sé donde está la salida. _ puso los ojos en blanco mientras sonreía al ver mi expresión confundida.
Volvió a tomar mi mano y con mucha delicadeza me haló hacia el lado contrario para el que había corrido. Por eso nos habíamos perdido, había corrido hacia el otro lado. No me había dado cuenta que aún traía la rosa en la mano hasta que me espiné con ella. Miré La herida y de ella salió una sola y pequeña gota de sangre, el aroma a oxido y sal me llegaba hasta la nariz y para mí era desagradable.
_ ¿Qué sucede? _ preguntó deteniéndose para mirar.
_ Me espiné, pero no es nada grave._ respondí limpiando la gotita.
Se quedó en silencio, parecía petrificado, mire su rostro y ahora pude ver lo que en realidad pasaba con sus ojos, su pupila se estrechó como la de una gato y a su alrededor se comenzaba a teñir pequeñas línea negras. En cuestión de segundos la mayor parte de su ojo se había ennegrecido como el carbón. De pronto la luz del Sol dio directamente a sus ojos y éstos chispearon como rubíes, el brillo ya no era el típico dorado, ahora era del color de la sangre. Eso no era normal y la verdad era impresionante.
_ Wow._ dije casi susurrando.
Pareciese que lo saqué un trance, porque al momento en el que hablé parpadeo y sus ojos comenzaron a aclararse hasta llegar a su color natural. Eso era aun más extraño. De su mochila sacó unos lentes oscuros y se los puso creyendo que así podría ocultar lo que pasó. Respiró hondo y después seguimos nuestro camino en silencio.
Cuando llegamos la mayor parte del grupo ya estaba dentro del bus, pasamos junto al profesor para que viera que ya estábamos ahí y luego subimos al bus. Obviamente todos se quedaron en silencio al ver que entrabamos juntos. Pude reconocer a Cassie al fondo mientras nos miraba con sus enormes ojos verdes. Nos sentamos juntos sin hacer ruido. Comenzó a llover, yo iba del lado de la ventana así que me dedique a ver por el cristal hasta que el bus estuvo lleno y comenzaba a moverse.
No cruzamos palabra hasta que estuvimos en el colegio, bueno, hasta que estuvimos llegando al colegio.
_ Dijiste que me dejarías ver el dibujo en el bus. _ comenté intentando romper el silencio.
Giró lentamente su cabeza y me miró a los ojos aun con los lentes puestos, su expresión se suavizó y sonrió. De su mochila sacó el bloc y me lo pasó. En la primera página había un trazo de un árbol muerto y partido por un rayo, pasé unas cuantas hojas más y como a la mitad encontré a un lobo dibujado con tanto detalle que parecía una fotografía, era de un color plateado y su pelaje destellaba con la luz de la Luna. Era uno de los dibujos más hermosos que había visto, parecía hecho por un profesional como Da Vinci. Pasé a la última hoja y sólo encontré un grupo de personas sonriendo pero con una peculiaridad, todos tenían los colmillos bastante más grandes de lo normal.
_ Está un poco más atrás. _ dijo tomando un bonche de hojas y pasándolas para atrás.
Ahí estaba el dibujo a lápiz, vaya que era buen dibujante, cada uno de mis cabellos estaba ahí, cada una de las rayitas de mi iris estaban ahí, era totalmente perfecto, cada detalle, cada brillo, todo estaba ahí. Me quedé impresionada por la perfección de sus trazos, tanto que no percate su presencia tan cerca de mí hasta que sentí su respiración en mi oreja, su aliento dulce me cortó los pensamientos y me dejó en shock completamente. Giré la cabeza y encontré su rostro tan cerca del mío q podía sentir el calor sutil que liberaba su rostro. Estábamos tan cerca como aquella vez en el hospital, sólo que ahora teníamos a más de un par de ojos vigilando cada uno de nuestros movimientos. Sonreí cuando sentí que la sangre me subía hasta el cerebro y ahí se agolpaba, él también sonrió. Aclaró la garganta y se alejó un poco, pero claramente sentí porque lo hacía, John, Carol, Cassie y Ben nos miraban fijamente desde su lugar, eso me puso aun más nerviosa.
Miré fijamente a Cassie mientras me sonreía pícaramente y con la cabeza señalaba a Will. Entorné los ojos y le mostré la lengua. Soltó una risita divertida ante mi reacción. Volví a girar el cuerpo al frente para dejar de ver directamente a Cassie. Preferí ver el brillo que rodeaba a Will a la luz del día, era tan… tan misterioso que no podía evitar verlo o pensar en él. Aunque no quisiera aceptarlo, de verdad me gustaba, y mucho.
El bus por fin se detuvo comenzamos a levantarnos, Will extendió su mano para ayudarme a levantar y con una sonrisa torpe acepté, me ayudó con mi mochila. Caminamos hasta unos cuantos metros cerca de mi auto, Carol se acercó a nosotros, con el rostro ausente.
_Rose… ¿Dónde está tu auto?_
_ Cerca de la entrada principal, ¿porqué? _pregunté instintivamente al ver sus ojos preocupados.
Mi teléfono vibró en el bolsillo del pantalón, era papá. Me disculpé y contesté, Me pidió que fuera inmediatamente al hospital por que necesitaba hablar conmigo o algo así, el punto era que quería que fuera al hospital porque me necesitaba para algo.
_ Lo siento, tengo que irme, papá me necesita en el hospital y parece que es urgente. _
Miré a Carol y Will, ambos tenían la mirada perdida en algún lugar del Universo. Tomé mis cosas y caminé en silencio hacia mi auto, antes de subir les dirigí una mirada, la expresión de ambos cambió mucho, Will y Carol ahora estaban muy serios.
_ Vaya que son raros. _ dije para mí misma.
Abrí la puerta del piloto y aventé mis cosas al otro asiento, solté un suspiro cuando todo se desparramó. Me senté y comencé a recoger, aun con la puerta abierta. Podía escuchar la conversación de un grupo de chicos que estaban a mi espalda recargados en el auto de alado.
Escuché un chirrido que me taladró los oídos. Automáticamente levanté la vista. Me quedé petrificada al ver una camioneta fuera de control acercarse a gran velocidad.






domingo, 22 de agosto de 2010

Premios!!!


En los Teen Choice awards!!!! El año pasado gano muchos premios la primera entrega de la saga!!, pero este año Luna nueva arraso con la mayoria de las categorias...entre ellas...

-mejor reparto::::::

-mejor actriz femenina:::::::

-mejor actro masculino::::::::

-mejor guion::::::

-mejor soundtrack del año pasado::::(pq ahora es el de eclipse con Neutron Star collision)

- Entre otras!!!!!!!!!

felicitamos alos chicos por estos premios!!!!

^o^^.^CAROLCULLENBLACK^,^^o^

martes, 3 de agosto de 2010

Oración a Bella!



Bella de mi guarda
Humana compañia
No desampares la comida de Charlie ni de noche ni de dia
Protege a Nessie de Cayo
y a Seth de Riley
por el resto de la eternidad
¡Amen!
^.^^-^CAROLCULLENBLACK^-^^.^

Oración a Edward!!!!



Edward nuestro que nos llevas al cielo
santificado sea tu volvo
Vengan a nosotros tus besos
Hagase tu voluntad tanto en mi sueños como en tus deseos
Perdona nuestra obsesion contigo, asi como nosotras perdonamos que salgas con Bella
Danos nuestro mordisco diario y libranos de James y Victoria.
¡Amen!
^-^^.^CAROLCULLENBLACK^.^^-^

sábado, 31 de julio de 2010

3º Capítulo.....Sorpresa!!!!!

Sorpresa

Ya había pasado una semana desde que llegué a este lugar, me había acostumbrado a los malos tratos y a todas las caras que William hacia en mi presencia. Tenía una regla para cuando comenzaba a sacarme de quicio, voltearme completamente y no pensar en él por ninguna razón, porque si me descuidaba y por algún motivo lo miraba tan hostil y aterrador terminaba enfadada conmigo misma.
La excursión a los jardines botánicos se había adelantado unos días por los arreglos que se le iban a hacer, así que tendría menos tiempo para poder llegar a un acuerdo con mi compañero para repartirnos el trabajo y no tener que vernos durante el fin de semana de investigación que teníamos que hacer acerca de la flora y la fauna de la península Esowista.
La siguiente clase era biología, en esa clase era donde pretendía llegar a un acuerdo con él. Tomé asiento en mi lugar habitual del salón esperando a que llegara, pero pasaron varios minutos después de la hora de entrada sin que él apareciera. Por primera vez sentí más deseo de verlo que de no verlo, estaba ansiosa por que llegara, pero nunca llegó. Busqué a Carol por todo el salón, pero tampoco estaba ahí. Comencé a preocuparme aun más cuando después de haber estado en la clase de Lengua con Ashley ahora no podía encontrarla por ningún lado, tampoco a John ni a Robert. Pregunté, pero nadie los había visto desde la hora del almuerzo.
Al final del día no había llegado a ningún acuerdo con mi compañero sobre el trabajo de biología y me había preocupado mucho por la extraña desaparición de toda la familia. Esa misma tarde en el gimnasio intenté conseguir información, pero nadie los había visto y a la mayoría ni siquiera le importaba.
_ Cassie, ¿suelen desaparecer a menudo? _ pregunté mientras guardaba toda mi ropa en la maleta.
_ ¿Quiénes? _ preguntó.
_ Los Cathwright, es que hoy desaparecieron sin dejar rastro y nadie los ha visto desde el almuerzo. _ comenté.
_ Pues… a veces sí lo hacen. Sus padres los llaman de emergencia y pues… se van. _ dijo sonriendo _ ¿Necesitas hablar con ellos? _
_ No, solo quería ponerme de acuerdo con William para el trabajo de biología. _
_ ¡¿Eres su compañera?! Que mala suerte. _ rió de una forma algo celosa.
_Bien que te gustaría hablar con él._ sonreí.
Dio un empujón en mi hombro a modo de juego después me hizo la seña de que me callara ya que Ben estaba afuera del vestidor muy cerca de nosotras. Salimos riéndonos y jugueteando.
_ Ben, ¿sabías que la compañera de trabajo de William es Rose?_ preguntó Classie.
_ Ten mucho cuidado, puede sacarte el corazón y comérselo. _ dijo sarcásticamente mi amigo.
_ No puede ser tan malo. _ sonrió Cassie.
_ Pues… a veces parece que de verdad quiere hacerlo. _ recordé y solé una sonrisa.
Mi celular comenzó a timbrar en el bolsillo del pantalón. Cuando contesté supe que era papá ya que él era el único que me llamaba últimamente a esa hora. Lo único que quería era que en lugar de ir a la casa me fuera directa al hospital.
Me despedí de los chicos y subí al auto. Mientras esperaba a que mi vecino de estacionamiento saliera y dejaba el espacio libre di un último vistazo al resto del estacionamiento buscando esperanzada el auto gris o el auto rojo de Carol, pero nunca los encontré.
Salí del área y conduje al centro de la ciudad hasta que llegue donde ya me esperaba papá con cara de preocupación. Lo saludé con una sonrisa habitual en el rostro, pero solo me dio un beso en la mejilla. No había comido mucho ese día por la tarde, así que para esas horas me estaba muriendo de hambre, así que inmediatamente comencé a buscar algo que hacer mientras nos íbamos a casa. Comencé con la tarea, los proyectos, los trabajos y todo lo que tenía que entregar antes de los exámenes, pero eso no alcanzó para mantenerme distraída.
_ Papá, no creo aguantar hasta la cena. _ comenté con cara de aflicción.
_ Entonces ve y compra algo en la cafetería y de paso me traes algo a tu madre y a mí. _
_Ok. _
Salí del consultorio y caminé hasta la cafetería del hospital, era pequeña y tenía buena comida, así que no me molestaba comer ahí de vez en cuando. Pedí un sándwich de pavo para papá, un café para mamá y otro café para mí, solo que yo pedí un paquete de galletas de chocolate, mis favoritas. Tenía los brazos llenos cuando me di la vuelta así que no pude evitar chocar con… William. La mitad de mi café se derramo en su camisa color azul cielo y parte de su pantalón. Dejé todo en una mesa.
_ Lo lamento, no fue mi intención, fue un accidente. _ me disculpé realmente apenada, pero con una sonrisa en el rostro.
_ Si, no te preocupes, los accidentes pasan, además, adoro el olor a café. _ sonrió un poco.
Se me escurrió la baba con su sonrisa tan dulce, pero me cayó de raro que me hubiera sonreído de esa forma.
_ ¿Mmmm… te ayudo?_ preguntó viéndome en las nubes.
Asentí con cara de tonta.
Tomó los dos vasos de café y el paquete de galletas en sus brazos y comenzó a caminar rumbo a la oficina de papá. Caminó a mi lado en silencio pero podía sentir que estaba algo nervioso y tenso. Entró sigilosamente al consultorio vacio con la cabeza gacha. Dejó todo sobre el escritorio y salió sin hacer ni un solo ruido. Me le quedé mirando atontada un rato mientras se alejaba, hasta que decidí ir a hablar con él sobre lo de biología.
_ ¡William, espera!_ le grité.
Giró lentamente su cabeza y cuando me vio acercarme comenzó a caminar más rápido, tuve que correr para poder seguirle el paso. Por fin logré alcanzarlo en un pasillo oscuro y solitario.
_ ¿Qué se te ofrece? _ preguntó algo irritado.
_ Sólo quería hablar contigo._ contesté sorprendida ante su cambio de humor tan repentino.
Un rayo de Sol entro por algún lugar y dio directamente en sus ojos dorados- chamuscado haciendo que brillaran con una intensidad nunca antes vista, como un par de diamantes, una chispa dorada bailo por todo su iris. Aparto su mirada del Sol y la escondió bajo unos lentes oscuros, pero el resplandor seguía ahí.
_ ¿Qué quieres?_
_Pues, como no nos llevamos muy bien que digamos y tenemos que hacer el trabajo de biología juntos, estaba pensando en repartirnos el proyecto para no tener que vernos. _
Cruzó los brazos sobre el pecho y me miró de una forma irritante tanto para él como para mí. Eso me hizo enojar.
_ Podrías dejar de hacer eso, por favor. _
Puso los ojos en blanco y comenzó a mover impacientemente el pie derecho, eso me irritó aun más.
_ Mira, sé que no te agrado y la verdad tú a mi tampoco._ su expresión cambió cuando mentí, porque la verdad él si me agradaba aunque me diera un poco de miedo.
Descruzó los brazos y bajó la mirada, me sentí mal por haberle mentido.
_ Pero eso no significa que no podamos intentar llevarnos bien por un día._
Comenzó a reír burlonamente. ¿Se estaba burlando de mí?
Dio un paso adelante y quedamos muy cerca el uno del otro, podía oler su aroma dulce y fresco como el del bosque.
_ Así que. _ continué_ te pido por última vez que…_
Había dejado de hablar ya que él había comenzado a acariciar mi mejilla con su mano, me quedé helada de la impresión, su piel suave recorría delicadamente todo mi rostro con dulzura. Al captar mi impresión dejó de hacerlo y bajó la mirada.
Intenté deshacerme de todos los sentimientos que revoloteaban en mi interior.
_ Te… pido-o que intentemos llevarnos bien. _pude sentir como subía toda la sangre a mis mejillas.
_ La verdad, no creo que sea una buena idea. _ dijo sin subir la mirada.
_ ¿Por qué?, hay que intentarlo, no nos hará daño._
_ Sí lo hará._
_No te pido que seamos los mejores amigos, pero sí que no nos estemos peleando a cada rato._
_ Ya te lo dije una vez, no debemos estar juntos. _ subió su tono de voz.
_ Afectaría tu reputación de antisocial si estamos juntos ¿no? _ Ahora si me estaba enojando.
_No es eso, es solo que… es muy peligroso._
_ Yo no le veo nada de peligroso intentar llevarte bien con una persona._ subí la mirada hasta encontrarme con la suya.
_ ¡No es mi culpa que todo esto esté pasando de esta forma!_
_ ¡Explícame qué demonios está pasando!_
Nuestros ojos se encontraron en un momento, de los gritos habíamos pasado al silencio. De nuevo todos esos sentimientos que había logrado aplacar en lo más solo de mi mente volvieron, pude ver a través del cristal negro de esas gafas de Sol sus ojos dorados. Algo dentro de mí comenzó a nacer, las mariposas revolotearon como pequeñas plumas en mi estómago, un nudo se formó en mi garganta y de pronto una sensación de necesidad me llenó ¿Era normal?
Al parecer él también se sentía así, su rostro se suavizó y sus ojos se volvieron de oro líquido. Una necesidad de estar cerca de él era la que me tenía tan atontada, era como si sus ojos fueran un imán y yo un trozo de metal, por obviedad me atraían. Di un paso al frente haciendo que quedáramos aún más cerca de lo que estábamos; él se quitó las gafas de Sol dejando que sus ojos reflejaran la luz como espejos. Se acercó más dejando nada de espacio entre nosotros.
Una parte de mi subconsciente gritaba que no siguiera con esta juego, porque eso era un juego de miradas, pero mi corazón era más fuerte que mi razón así que deje todo atrás y lo miré como nunca antes había visto a nadie, vi su interior, sus emociones; pude sentir lo que él sentía, lo que él pensaba, lo que él veía. El ritmo se me aceleró y ahora pude sentir que era lo que sucedía dentro de mí, una ola de emociones inundó mi cerebro y de pronto dejé de pensar, solo podía mirar esas gemas doradas incrustadas en el rostro más perfecto del mundo, en el rostro de un ángel caído desde el mismísimo paraíso.
Estaba tan desconectada del mundo que ni siquiera me di cuenta que él había tomado mi rostro entre sus manos friolentas y me miraba con un cariño nunca antes visto en él. Yo también tome su rostro de facciones perfectas entre mis manos y recorrí suavemente toda su piel pálida.
Nos acercamos muy lentamente hasta que nuestros rostros quedaron apenas separados por unos cuantos centímetros, podía sentir su respiración y también podía sentir otra cosa… podía sentir las famosísimas mariposas en el estómago, era una sensación tan agobiante como divertida.
No me dejó ni siquiera seguir disfrutando de aquello cuando… nos unimos en un beso, un beso cálido y dulce, cerré los ojos y me dejé llevar por las mil y un sensaciones que me transmitían sus labios suaves.
Era como si de pronto una bomba de color hubiera explotado a nuestro alrededor manchando todo con nuevos colores, más brillantes y hermosos; la habitación tomó un tono dorado, los sonidos se hicieron armónicos y formaron música, ambos irradiábamos luz y calor.
Pasó sus brazos fornidos por mis hombros y me abrazó como si fuera lo único que existiera para él, lo único. Tuve que pararme de puntillas para poder alcanzar su cuello y unir mis manos. Era difícil pensar o moverme estando tan atontada por las mariposas que se habían convertido en torpedos que chocaban contra las paredes de mi estómago, también teniendo ese aliento dulce dentro de mi boca.
Jamás en mi vida me había sentido tan… bien.
Separó sus labios de los míos y se quedó mirándome un instante, sonrió con dulzura pura y soltó una risita. Le correspondí la sonrisa.
De pronto ambos caímos en la cuenta de lo que había pasado, soltamos rápidamente nuestras manos y nos alejamos. Miré sus ojos y noté lo más extraño que había visto en mi vida: todo, absolutamente todo su iris estaba ennegrecido y esa chispa rojo carmín bailaba de un lado a otro, se llevó la mano a la boca y cubrió su nariz con la otra. Yo sólo lo miraba con las mejillas ruborizadas y a punto de sudar. Apenas y podía respirar, yo también estaba sorprendida por lo que había pasado, ¡Acababa de besarme con el chico más raro de la escuela! Y lo peor: ¡Me había gustado!
Apenas me había recuperado de lo ocurrido cuando noté en sus ojos, antes dulces, un arrepentimiento casi tangible, preocupación y miedo.
Subió su mirada y examinó mi rostro con sus ojos negros escondidos tras las gafas de Sol, fusionó su mirada con la mía un instante.
_ Lo lamento tanto. _ logró articular con voz casi inaudible.
Cuando descubrió su boca para hablar vi algo aun más extraño que sus ojos: lo que trataba de ocultar eran un grupo de colmillos súper crecidos que tenía en la boca.
Me estremecí al verlos tan blancos y pulcros, pero al mismo tiempo tan grandes y punzocortantes. Se dio cuenta de mi rostro de espanto y de nuevo los cubrió con la mano.
_ Soy un monstruo. _ dijo antes de desaparecer.
No quería dejarlo ir, de verdad se veía preocupado.
_ William, Will, regresa. _ dije para mí misma.
Me había quedado sola de nuevo, pero esta vez estaba decidida a descubrir que tanto le pasaba a ese muchacho, quería ayudarlo. Ahora no sólo le tenía miedo por su comportamiento, si no por su aspecto, era muy parecido a… (de tan solo pensarlo se me pone la piel de gallina) a aquel sueño que tuve cuando me dirigía a Tofino, de verdad William se veía idéntico a aquel que me causaba tanto miedo, al hombre lobo asesino –como lo habían bautizado los medios-, pero él no podía ser el asesino, no quería descubrir que él era el asesino. Caminé medio atontada durante unos metros hasta que choqué con mamá.
_ ¿Dónde has estado? te he estado buscando. _ dijo con las manos en la cintura.
_ Arreglando unas cosas de la escuela con William. _ me sonrojé al mencionar su nombre.
Miró mi reacción y soltó una carcajada. A mí no me causó gracia.
Al parecer no me había creído ni una palabra de lo que le había dicho.
_ Bien, si hablaste con él, me podrías decir ¿Por qué salió corriendo?_ preguntó con una sonrisa en el rostro.
_ Pues… lo llamaron de emergencia para investigar unas cosas._ mentí.
_ Sí, aja. _ sonrió poco convencida.
_ En serio. _ intenté mantener mi mentira, pero ambas sabíamos que cuando me ponía nerviosa por algo me volvía como un libro abierto e incapaz de mentir.
Soltó otra carcajada y después me dio un abrazo.
Era una pésima mentirosa, así que quizás por eso no me creyó. Caminamos hasta la oficina de papá donde había dejado todo lo que según había comprado, tomé el café semivacío y chorreado que había sobre una servilleta para que no manchara el escritorio y me tomé con la cabeza entre las nubes mientras mamá leía unos papeles sobre la recuperación de Ivonne, una chica que fue atacada por un animal o por, según dice ella, un hombre lobo.
_ ¿Cómo sigue? _ pregunté para romper el silencio.
_ Al parecer bien, sólo que aún no sé que tiene. _ dijo sin separar los ojos de la hoja.
_ Escuché algo sobre una infección._
_ Sí, pero aquí no aparece qué tipo de infección es, sólo dice que ya está controlada. _
Le di el último sorbo a mí café y después salí a tomar un poco de aire fresco. En el estacionamiento aún estaban los autos de los Cathwright, eso significaba que todavía estaban cerca. Saqué una galleta del paquete y me la llevé a la boca con calma, no me gustaba comer muy rápido. Miré tranquila todos los edificios que rodeaban el hospital y un pensamiento llegó a mi mente: “¿Quién era en realidad ese chico tan extraño que asistía a la escuela conmigo? Y ¿Que escondía toda su familia? Porque eso era lo que pasaba en realidad, estaban escondiendo algo, pero ¿Qué? , quería saber que era.
El día se acabó y con él el turno en el hospital para mis padres. Subí a mi auto con la esperanza de ver a William, pero nunca apareció. Sólo lo quería ver para saber cómo estaba, bueno… eso era lo que a fuerzas quería meterme en la cabeza.
Esa noche me di un baño con agua tibia y me lavé el cabello con mi shampoo favorito, al otro día pretendía verme mejor que nunca. Abrí la ventana y me asomé para que el aire fresco secara mi cabello, lo cepillé con un cepillo largo y hermoso que había sido regalo de mi abuela antes de morir. Pero en realidad todo esto lo hice con la cabeza en las nubes, en lo único que podía pensar era en aquellos ojos tan hermosos e hipnotizantes, que reflejaban la luz como si fueran espejos. Al poco rato comenzó a darme un poco de sueño, así que baje a la cocina y me preparé una taza de café, pero ni eso me quitó el cansancio. Al final me rendí y subí para acostarme, en unos minutos me quedé dormida.
-----_____----::::::.....::::Crescent Light::::.....::::::----_______-----
Espero q les haya gustado y comente porfas, sólo asi me dare cuenta si les gustó o no!!! jaja
^.^^-^CAROLCULLENBLACK^-^^.^

sábado, 3 de julio de 2010

Ecliipse !!!!!!!!! Al fiin!!!

La peliicula de Ecliipse entra en la categariia de más esperadas del año junto con Toy Story 3 y Shrek 4. PARA MI FUE MEJR QUE lUNA NUEVA YA QUE LUNA NUEVA FUE REPETITIVA Y POR TANTO ABURRIIDA!!!! , pero no estoy diciendo que sea mala, pero sii defiiendo que ecliipse sea mejor. Las escenas son muy realistas y da la iimpresiion de que estas dentro de toda la acción, incluso una amiiga que fue a verla conmigo y mii mejor amiiga-hermana Alexa se volviio Twiilightadiccta.... ^^
La verdad me encanto y para mii las mejores han siido Crepusculo y Eclipse jeje pero habría que ver Amanecer jeje para porfin poder comparar..
En cuanto a los personajes... estuviieron muy biien, feliciito a todo el elenco por sus fantasticas actuaciones y mas que nada por que nos transmitieron todo el mensaje de esta historia... El amor lo vence todo, hasta una vampireza sedienta de venganza^^ jeje
Espero que les haya gustado y ahora solo habria que esperar nuevas noticias de Amanecer ( que se esta rodando en este mismo momento). :( YA SE VA A ACABAR LA HISTORIA!!!!!!! =(
Los queremos Ed, Jake, Bella, Seth, Charlie, Esme, Jasper, Alice, Emmett, Ros y Carlisle
^-^^♥^CAROLCULLENBLACK^♥^^-^

sábado, 26 de junio de 2010

Rob Ptz.... vampiro de verdad!!


Segun algunos estudiios genetiicos el guapo Rob esta emparentado con Vlad lll El Empalador liider de transiilvaniia, que siirviio de iinspiiraciión para el personaje de Drácula.
Los expertos de Ancestry.com encontaron que Rob y Vlad estan conectados garciias a su relaciion con la famiiliia real de iinglaterra... OoO. Eso siigniifiica que Rob es priimo lejano de los priinciipes Wiiliiam y Harry, por consecuente Vlad es tiio lejano de Pattiinson.
"Ubicar el parentesco de la familia de Pattinson con Vlad fue difícil, pero las piezas han encajado en el desempeño perfecto de él en la saga de Crepúsculo", dijo Anastasia Tyler, una genealogista.

"Encontramos que los vampiros acechan en la vida de Pattinson, haciendo su historia tan sobrenatural como la que él está interpretando en la pantalla", añadió
WoW eso siigniifiica que nuestro queriido Rob ademas de ser de la realeza tambiien es de la realeza vampiiriica. Con razon el papel de Edward le encajo perfecto, por eso le sale tan natural.... *.*
^-^^o^CAROLCULLENBLACK^o^^-^

sábado, 5 de junio de 2010

Eclipse puede attrasarse!!!


El estreno de Eclipse puede atrasarse debido a que el director David Slade(segun dicen los productores) puso demasiadas escenas de accion, violencia y algunas de estas escenas son super escalofriantes, y lo que peor les cayo a los productores es que... NO HAY NI UNA SOLA ESCENA ROMANTICA !! bueno solo la del claro y la de la peticion de matrimonio de Ed a Bella.
En america latina esta previsto el estreno de la pelicula para el 1/07 y para estados unidos es el 30/06
Segun dice la revista mexicana POR TI "Los cortos son sombrios y hasta sangrientos, pero no es de extrañarse si tomamos en cuenta que el director es reconocido por hacer peliculas de este tipo" "Se veran varias escenas que ni tienen que ver con el libro como la brutal y sangrienta transformacion de Riley" Es to significa muchos mas gastos para Simmit en viajes, catering y equipo y no solo los gastos son lo que fecta si no que esto tambien afecta a Rob, Kris (bueno, a ella no tanto porque regresa feliz al set porque sabe que esta nuevas escenas son de amor a lado de su amado Rob) y a Tay ( a el si no le agrado la noticia ya que tiene mucho trabajo). Esperemos que no se retrase ya que tiene menos de un mes para entregar la version final del filme en todos los cines en donde sera estrenada en las fechas, porque si no... VAMOS A LINCHAR A DAVID SLADE!
^o^^.^CAROLCULLENBLACK^.^^o^

domingo, 23 de mayo de 2010

Aun mas Eclipse!

Mas Eclipse para ustedes!

Un exclusivo sneak speak de eclipse jaja si se dan cuenta se ven algunas escenas del entrenamiento del clan Cullen y de la manada de lobos jaja YUJU




^.^^o^CAROLCULLENBLACK^o^^.^

lunes, 17 de mayo de 2010

Neutron Star Collision (Love is forever) "Lyrics y video"

Neutron Star Collision (love is forever), ES EL PRIMER SENCILLO de la banda sonora de Eclipse jaja y esta hecho por la mejor banda del mundo MUSE!!!!!! jaja que lo disfruten y recuerden que... : OUR LOVE WOULD BE FOREVER !!!!!!!!!!!!!
Abajo viene la letra exacta jaja para que se la aprendan jaja



I was searching
You were on a mission
Then our hearts combined like
A neutron star collision


I have nothing left to lose
You took your time to choose
Then we told each other
With no trace of fear that...

Our love would be forever
And if we die
We die together
lie,
I said never
Cause our love would be forever

The world is broken
Halos fail to glisten
You try to make a difference
But no one wants to listen

Hail,
The preachers, fake and proud
Their doctrines will be cloud
Then they'll dissipate
Like snowflakes in an ocean

Love is forever
And we'll die, we'll die together
lie,
I say never
Cause our love could be forever

Now I've got nothing left to lose
You take your time to choose
I can tell you now without a trace of fear

That my love will be forever and we'll die we'll die together
Lie, I will never
Cuz' our love would be for ever

^.^^o^CAROLCULLENBLACK^o^^.^

sábado, 15 de mayo de 2010

Muse: el lider!






Muse, la banda favorita de Stephie (Y MIA tambien^^) aportara el tema principal de Eclipse. Su canción es NEUTRON STAR COLLISION(LOVE IS FOREVER) jaja esta de super lujo y se estrenara el lunes 17 de mayo en casi todo el mundo jaja Ya no puedo esperar, porque Muse es mi banda favorita. Hce casi un mes vinieron a nuestro país para dar n concierto, jaj en mi opinio fue el mejor concierto que han dado en Mexico y el mejor del año. Al parecer la banda tení muchas ganas de participar con el tema principal para una de las peliculas, esperemoss que ya esten orgullosos de haberlo logrado.
¡Felicidades Matt, Dom y Chris!
^.^^O^CAROLCULLENBLACK^O^^.^

jueves, 13 de mayo de 2010

2º trailer de eclipse !!!!!!!!!!


la verdad vale la pena ir a verla el dia del estreno jajaja ya no puedo esperar !!!!!
^.^^o^ CAROLCULLENBLACK^o^^.^

jueves, 6 de mayo de 2010

Cap 2 : PRIMER DIA ^.^


Primer Día
Al llegar al instituto lo primero que hice fue buscar un lugar donde dejar el auto, por suerte encontré uno muy cerca de la entrada. Baje mis cosas del asiento del copiloto y camine hasta la puerta donde decía:” OFINA PRINCIPAL”. Empuje la puerta de cristal y encontré un lugar bastante agradable con una mezcla de colores que lo hacían parecer un lugar muy cálido, en uno de los sillones había un muchacho de cabello rubio muy claro, tez pálida y ojos de un color chocolate muy lindos; estaba leyendo una revista de deportes. Había un par de escritorios cafés, las paredes eran de un color beige pálido con detalles en color verde apagado, los sillones eran de un tono de café algo achocolatado.
Frente a uno de los escritorios había una señora mayor de edad con unos lentes gruesos que dejaban entrever sus ojos negros, estaba atendiendo a una chica de cabello cobrizo, tez muy pálida como la luna.
Tome asiento en un espacio vacío que había en el sillón, el chico de la revista de deporte levanto la vista y me sonrió amistosamente.
_ Hola, tú debes ser Rosemarie Snow_ saludo con una sonrisa.
_ Si y me podrías decir Rose._ le sonreí tímidamente.
_ Bienvenida a la escuela, mi nombre es Ben Hood._ se presento extendiendo su mano.
La estreche y luego volvió a ver su revista.
_ Siguiente._ dijo la señora que estaba detrás del escritorio.
_ Pasa._ dijo Ben es signo de caballerosidad.
_ Gracias._ le agradecí con una sonrisa.
Camine hacia el escritorio y logre ver los ojos azul eléctrico de la chica que sostenía un par de papeles, me miraba impresionada.
No le tome mucha atención a lo ocurrido y seguí mi camino, al llegar la señora extendió su mano y me entrego un grupo de papeles engrapados.
_ Estos son tus horarios, trabajos, fechas de exámenes y excursiones, y esta hoja la tienen que firmar todos los profesores, al final del día pasa a verme y me entregas por favor._ dijo la señora sonriéndome de una forma muy cálida.
_ Sí, Gracias._ me retire con todo eso en las manos.
Uno de los papeles tenía el número de casillero que sería mío el resto del año, con algo de dificultad logre encontrarlo. Al llegar una chica me saludo con una sonrisa. Al parecer yo era la atracción principal de la escuela y de la villa.
_ Hola, tú debes ser Rosemarie, la chica nueva._ saludo mi vecina de casillero.
_ Rose, por favor._ volví a pedir que me llamaran con mi nombre abreviado.
_ Ok, mi nombre es Cassie Booth; mis padres son dueños de la farmacia del centro y de un restaurante_ sonrió.
_ Gusto en conocerte._ me atreví a responder aunque mis mejillas estaban rojas, de un tono carmesí.
_ ¿En que trabajan tus papás?_ preguntó con cara de curiosidad.
_ Son médicos, acaban de entrar a trabajar en el hospital general._
_ Pues… bienvenida a la ciudad, ojala y te sea muy cómodo vivir aquí, es un lindo lugar._ sonrió.
_ Gracias._
En ese momento iban pasando un par de muchachos que me miraban con expresión sorprendida, era la misma chica de la oficina solo que ahora venia acompañada de un muchacho más joven que ella, ambos vestían una gabardina enorme color chocolate. El chico me sonrió amistosamente y la chica igual, ambos era muy atractivos y se movían con una elegancia sin precedentes; quizás eran modelos. La chica tenía el cabello cobrizo, los ojos dorados y la piel tan pálida como la seda blanca; el muchacho parecía ser su hermano, con el cabello entre mezclado con dorado y café, sus ojos eran un tanto llamativos, tenían un dorado en el centro y un tono azulado en lo exterior de la iris, igualmente tenia la piel muy pálida. Las facciones de ambos eran perfectamente simétricas, dientes de perlas y cutis perfecto. Ellos no eran personas del todo normales.
El timbre sonó por segunda vez y ahora nos indicaba que era hora de entrar a clases.
_ ¿Cuál es tu primera clase? _ pregunto mi nueva amiga.
_ Cálculo._ respondí intentando enderezar las hojas en mi mano.
_ ¡Qué bien! Esa también es mi primera clase, que te parece si vamos juntas._
_ Genial._ respondí con un suspiro.
Caminamos por todo el pasillo hasta que llegamos a una puerta de madera, con un vidrio en la parte superior. Cuando entramos la mayoría de los alumnos estaban dentro y al percatarse de mi nueva presencia todos guardaron silencio y me miraban con curiosidad. Odiaba ser el centro de atención porque mis mejillas se ponían de un color carmesí muy incomodo.
Busque un lugar en el fondo del salón y tome asiento sin mirar a nadie excepto a Cassie que intentaba presentarme ante todos. Solamente sonreía con cara de amiga a todos esos desconocidos, hacer nuevos amigos no matara. Entre todo el barullo entro la maestra pidiendo que nos ordenáramos y tomáramos asiento. La clase me pareció la más larga del planeta porque odio, odie y odiare el cálculo toda mi vida, es la materia mas difícil, según mis expectativas, la maestra parecía ser una buena persona y llegue a entender un poco de lo que decía ya que normalmente no entendía nada de lo que decía mi antiguo maestro de cálculo. Cuando por fin sonó la chicharra fui la ultima en pararme, camine al escritorio de la profesora y le entregue la hoja de asistencia.
_ El primer día siempre es difícil, pero no te preocupes mañana será mejor._ dijo mientras firmaba la hoja.
_ Eso espero._ murmure tímidamente.
Me entrego la hoja y sonrió con mucha amabilidad, trate de regresarle la sonrisa. Al salir me esperaban Cassie y Ben, platicaban con cara de enamorados; supuse que entre ellos había algo más que amistad, pero no dije nada. No me sentía con ganas de preguntar sobre la vida privada de dos desconocidos de los que apenas sabía su nombre y apellido. Cuando los tres estábamos reunidos en el pasillo Ben preguntó:
_ Rose ¿cuál es tu siguiente clase?_
Revise la arrugada hoja que tenia entre mis dedos.
_ Lengua, creo._
_ ¡Esa misma clase nos toca a nosotros!_ dijeron al unísono.
_ Qué bien._ sonreí.
Todos caminamos al otro lado del edificio hasta que llegamos a las escaleras, subimos al segundo piso e inmediatamente entramos a la primera puerta a la derecha, la profesora estaba esperándonos. Camine con la mirada baja hasta el escritorio y le entregué los papeles. Los firmo rápidamente y me los entrego con un par de libros de francés.
_ Puedes sentarte junto a la señorita Ashley._ dijo mientras extendía su delgada mano para que tomara las cosas.
_ Gracias._ me retiré hacia mi lugar que estaba al fondo del salón junto a la ventana. La chica que estaba junto a mí seguramente era Ashley, era la misma chica de la oficina y el pasillo, miraba fijamente su teléfono celular, un Blackberry, plateado. Ni siquiera se percato de mi presencia.
La clase comenzó y terminó muy rápido, o quizás eso era lo que yo pensaba porque el francés era una de mis lenguas preferidas junto con el italiano y el español. Ashley parecía estar perdida en algún lugar por las nubes porque lo único que hacía era mirar por la ventana con la mirada ausente. Transcurrieron todas las clases hasta el almuerzo; para ese entonces había conocido más personas y reconocía mas nombres, me había hecho amiga de una chica llamada Susett, de una chica Zara y de un muchacho llamado Malcolm. Todos eran muy amigables conmigo excepto un pequeño grupo de chicos y chicas que al parecer no hablaban con nadie y no sonreía con mucha frecuencia, les llamaban “Los rechazados” porque solo hablaban entre si y nunca eran amigables con nadie. Cassie y Ben eran mis guías oficiales, ellos se encargaban de presentarme a todos sus conocidos y amigos, o sea, a todo el instituto. Me llevaron a la cafetería; mientras ellos buscaban una mesa donde sentarnos junto con el resto de los chicos yo buscaba algo que almorzar, tome un poco de papas fritas y una manzana roja, con eso me mantendría durante el resto del día. Nunca había tenido un apetito voraz, normalmente comía poco. Camine saludando a todos los que me decían “hola”, encontré la mesa donde estaban mis nuevos amigos y en silencio ocupe el lugar que estaba vacío entre Susi y Cassie; ambas platicaban sobre el baile de invierno. Me explicaron que cada año los de último curso organizan una fiesta de invierno, algo así como una fiesta de año nuevo adelantada. Comencé a sonríeles a los chicos del grupo con el que me juntaba, aunque… estando en la cafetería me sentía incomoda, no quería girar la cabeza por temor a algo, pero… no sabía a qué.
Después de unos minutos me anime y comprobé que mi incomodidad se debía a la mirada de nada más y nada menos que el tímido chico de la mansión de los vecinos. Estaba sentado junto con Ashley y otros tres chicos que no sonreían ni probaban su comida, en raras ocasiones los veía abrir la boca solo para tomar un poco de agua que les costaba trabajo tragar. El chico me miraba con cara de confusión y curiosidad mezclada con enojo. Los demás chicos que lo acompañaban me eran conocidos a excepción de una chica menuda de tez pálida, ojos ambarinos y una melena dorada; y un chico de tez igualmente pálida, ojos tan azules como el cielo mismo y una melena castaña que le enmarcaba el rostro de facciones perfectas y simétricas.
Todos miraban el infinito y no decían nada ni siquiera platicaban entre ellos, eran como hermosas obras de arte en una cafetería, eran estatuas de mármol. Gire la cabeza de nuevo a mis amigos que platican sobre ir a practicar surf en la playa Mackenzie, como yo no sabía surfear solo iría a mirar y tal vez a caminar, quería ver como algunos chico practicaban salto de acantilado. Si no fuese porque me aterran las alturas yo también lo practicaría, me parece algo muy emocionante. Tome una papa frita y me la lleve a la boca después tome un poco más antes de que todos comenzaran a tomar del mismo plato que yo, me pareció algo bueno porque sabía que no me acabaría ese plato y la manzana yo sola.
Stan platicaba con Zara sobre los lobos marinos, Ben y Cassie hablaban sobre lo fascinante que sería hacer paracaidismo y por ultimo quedábamos Susi, Malcolm y yo, ellos se interesaban mucho en cómo era mi vida antes de mudarme a Canadá. Me preguntaban sobre mis antiguos amigos, mis antiguos maestros, mi antigua forma de vida.
Platique un rato con todos hasta que no pude resistir las ganas de voltear mi mirar de nuevo si ese chico de la mesa trasera aun me observaba; y así era.
Había tenido sus ojos de color oro puestos en mí durante todo el almuerzo y al parecer no le agradaba mucho mi presencia en el Instituto.
_ ¿No te parece guapo? _pregunto Susi mirando en la misma dirección que yo.
_ Si, supongo que es algo guapo._ dije sonriendo, él no era guapo, era más que eso.
_ Lástima que sea tan raro._ suspiro _ Nunca habla con nadie que no sea de su familia._
_ ¿Cual es su nombre? _ pregunte con muchísima curiosidad.
_ Pues… los de la derecha, los del cabello dorado; son los Cathwright. El resto son los Peterson, dicen que son primos o algo así._ contesto encogiéndose de hombros.
_ ¿Quién es quién?_
_ El chico Rivers se llama William, la chica a su lado es su hermana, Caroline. El chico mayor de los Peterson es Robert, la chica a su derecha es Ashley y el más joven es Jonathan._ señaló a cada uno.
_Parecen molestos o algo. _le dije mirando la expresión en los rostros de cada uno.
_ Es normal, no les gusta estar rodeados de tantas personas y mucho menos les gusta hacer amistad con los chicos nuevos. _ahora habló Malcolm.
Gire la cabeza de nuevo al frente para no volver a toparme con los ojos de William, aunque eran los más hermosos y perfectos que hubiese visto en mi corta vida tenía que aceptar que me ponían muy nerviosa y había pocas cosas que me causan nerviosismo como ese.
Ben saltó sobre la mesa y se puso a imaginar que estaba sobre una tabla de surf en pleno verano y en una competencia, a todos nos dio un ataque de risa, porque la forma en que estaba parado y su rostro eran totalmente ridículos e infantiles.
_ Vamos chico mono baja o tu ola perfecta te ahogará. _ rió Cassie.
_ Hay que ir este fin de semana a la playa para practicar surf ¿Qué les parece? _propuso Stan.
Todos estuvieron de acuerdo y quedamos de vernos el sábado frente al muelle para después ir a la playa Mackenzie todo el resto de la tarde. Era mi primer día y ya tenía un compromiso con mis nuevos amigos, quizás ese no sería tan mal año como pensaba. Cassie me codeo mientras miraba de reojo la mesa de los Cathwright.
_ ¿Qué tanto mira? _se pregunto mirando me a mí.
_ No lo sé, quizás no esté mirando hacia acá. _
_ Noo, ¡te está mirando a ti! _ sonrió.
_ Pero me da miedo como me mira, así que mejor no volveré a voltear._ le dije mientras giraba mi cuerpo de nuevo hacia el frente.
Se encogió de hombros y se giro de nuevo al igual que yo, nadie se había percatado de lo que habíamos dicho así que todos los demás estaban despreocupados y divertidos por las tonterías que hacían los chicos; pronto también yo estaba de esa manera.
La chicharra sonó y pronto toda la cafetería estaba semivacía a excepción de la chica Cathwright, Caroline, y su hermano. Con algo de desconfianza me le acerque a pedir indicaciones, mientras camina a su encuentro el chico salió disparado hacia la puerta, como si no quisiera toparse conmigo.
_ Disculpa, donde es el laboratorio de… Biología. _ le pregunte con la mirada baja.
_ Es en el segundo piso, la primera puerta a la derecha. _ sonrió casi eufóricamente. _ Puedo acompañarte si quieres, esa también es mi siguiente clase. Mi nombre es Caroline, pero mis hermanos me dicen Carol. _
_ Mi nombre es Rosemarie, pero mis amigos y todo el mundo me dice Rose. _ instintivamente le sonreí.
_ Claro, tú eres la hija de los doctores que son compañeros de mis padres en el hospital general, acaban de ingresar este día ¿no? _
_ Sí, también soy tu vecina del fondo de la calle. _ complete su respuesta.
_ Ah, pues… bienvenida a Tofino y será mejor que nos vayamos ya o el profesor nos pondrá retardo._ sonrió extendiendo si delgada y pálida mano.
Camine casi trotando a su lado, por alguna razón no se había portado como su hermano, más bien parecía ser muy amable y amistosa. Subió rápidamente las escaleras y me señaló la puerta donde era el salón. Cuando la abrimos nos dimos cuenta de que la mayoría de los chicos ya estaban en sus lugares y el profesor en el escritorio. Nos hizo la seña de que podíamos pasar, me acerque al él y le entregue los papeles que tenía que firmar. Me los regreso junto con un libro delgado de color verde.
_ Bienvenida Rose, tu nueva pareja de trabajo será… Will. _ sonrió señalando el lugar vacio a su lado.
_ Gracias._ camine con desgano hacia el banco vacio a la mitad del aula, mire los ojos de mi nuevo compañero y note su enfado creciente en cada paso que daba.
Puse las cosas sobre la mesa y me senté con cuidado, clave la vista sobre al metal de la mesa y tararé una canción en mi cabeza, normalmente eso hacia cuando quería alejarme del mundo, era una costumbre.
El profesor no tardo mucho en comenzar la clase, tomo su plumón para la pizarra y comenzó a escribir con una letra desordenada unas cuentas notas, avisos y demás.
_ Chicos, como ya saben esta clase es más práctica que tediosos apuntes y notas, así que el instituto nos permitió hacer una excursión a los jardines botánicos dentro de mes y medio así que todavía tienen tiempo para entregarme sus permisos. _ dijo mientras repartía un par de hojas por mesa.
_Tendrán que ir por parejas, pero solo sus parejas de trabajo, eh. _
Inhale profundamente antes de mirar a mi lado, William solo miraba su hoja de permiso, pero en cuanto se percato de que lo estaba mirando la dejo sobre la mesa y movió su banco para alejarse de mí. ¡¿Qué le he hecho yo?!
Me moleste mucho, pero lo ignoré, una persona así no merecía u disgusto de mi parte. Saque mi libreta de apuntes y justo al mismo tiempo lo hizo él tome una pluma de mi mochila y de nuevo el hizo lo mismo; me estaba imitando ¿o qué? Intente ignorarlo de nuevo, pero era algo difícil, era como querer ignorar una cámara que sigue todos tus movimientos. Copie lo que estaba en el pizarrón y también lo que estaba escribiendo el profesor. Por pura curiosidad mire el cuaderno de William, su letra era pequeña, delgada, manuscrita y perfecta; en comparación la mía parecían muchas patitas de araña. De sopetón cerro el cuaderno y se quedó mirando fijamente mi cabello. Entendí la indirecta y seguí con mi trabajo. Una risa burlona sonó detrás de nosotros,
_ ¿Qué es tan gracioso Carol?_ preguntó el profesor.
_ Lo siento señor Reed, no volverá a pasar._ dijo Carol con una sonrisa en el rostro y la mirada fija en su hermano.
Seguí copiando mi esquema del pizarrón mientras tarareaba la misma melodía en mi cabeza una y otra vez para distraer mis pensamientos de esos ojos que sabía que me miraban. Cree una cortina de cabello para sentirme más segura, pero no funcionó, él seguía mirando cada uno se mis movimientos y seguía el compas de mis respiraciones, como si fuera un ritmo que él tenía que seguir para mantenerse con los ojos abiertos.
Di un suspiro y casi inmediatamente él suspiró de la misma forma, eso me incomodó más de lo normal hasta llegar al punto de alejarme un poco de su lado. Él se alejo en cuanto sintió que iba a hacer un movimiento, alejo su silla de la mesa lo más que pudo y luego recupero su pose vigilante, curiosa y hostil que había mantenido desde que me vio por primera vez en el almuerzo.
Un dolor agudo me punzó el cuello por la mala posición en la que lo tenía, masaje con delicadeza la parte adolorida y me percate de algo muy extraño en mi compañero; se había tapado la nariz con la mano mientras miraba con repugnancia mi rostro, parecía asqueado. Discretamente olí la cortina de cabello que nos separaba, tenía un olor a fresas con cereza, mi shampoo favorito tenía ese aroma, no encontré nada de malo en aquel olor. Puse mi mano en la zona adolorida del cuello y seguí con mi trabajo, estar vigilando a ese chico de verdad me retrasaba. Miré su reloj de muñeca con la esperanza de saber qué hora era, pero en lugar de eso me percate de un pequeño escudo plateado en el fondo del reloj, debajo de las manecillas. Quizás ese era el escudo de su familia. Agite la cabeza en busca de despejarme el pensamiento, pero en lugar de eso noté que de nuevo se cubría la nariz, asqueado. Me moleste mucho al principio, pero ahora ese enojo iba en aumento y pronto se volvería rabia y frustración. Normalmente cuando me enfurecía o me frustraba o ambas las lágrimas se escapaban de mis ojos sin poder controlarlo, era un reflejo involuntario. Descubrió su nariz e inmediatamente se puso de pie a mi lado, casi como por arte de magia la chicharra sonó antes de que pudiera quejarme de su comportamiento.
Salió corriendo en cuanto pudo, Carol se acercó a mí con aire algo divertido.
_ Disculpa la conducta tan fatal de mi hermano, es solo que tú le provocas una se… _
_ Caroline tengo que hablar contigo ahora mismo. _ La interrumpió William

La chica se disculpó y brincó hasta donde la esperaba su hermano con cara de molestia, la pequeña y graciosa chica lo miraba con un aire divertido aunque él la estuviese regañando.
Salí del salón e intenté encontrar mi siguiente clase: literatura; después de preguntar a algunas personas logre llegar a tiempo.
Entre y miré a mi alrededor, no estaba William, pero si estaba Jonathan, sentado junto a su hermano Robert. Ambos me sonrieron con mucha confianza, había dos asientos vacios a su lado y eran los únicos que quedaban. ¡Qué más da! además ellos parecían ser más amigables que mi extraño compañero de clase.
_ Hola, mi nombre es Jonathan y él es mi hermano mayor Robert. _ me saludó con una voz dulce y fraternal. _ Tú debes ser Rosemarie, la nueva alumna._
_ Gusto en conocerlos, pero no me gusta que me llamen por mi nombre completo, solo me gusta que me llamen Rose. _ le pedí.
_ Pues… Rose, que te trae por aquí. _ preguntó Robert.
_ Mis padres regresan a trabajar al hospital general y decidieron que viniera con ellos. _ confesé.
_ Oh, entonces te tendremos aquí por un tiempo ¿no? _ sonrió Robert.
_ Sí, eso creo. _ reí.
Miré en dirección a la puerta y lo vi entrar. De nuevo entró con la elegancia que hacía babear a la mayoría de mis compañeras, seguramente no se había percatado de mi presencia ya que sonrió bastante amable. Tomó asiento en la silla vacía a mi lado, pero no volvió a sonreír. Me estrujé los sesos en busca de una explicación coherente con todo esto, pero no la encontré y a cambió me gané una punzada en la sien después de haber estado presionándola. De nuevo me miraba con curiosidad terroríficamente hipnotizante, por más que quería dejar de mirarlo de reojo no podía soportar la idea de no verlo, aunque me causa una intimidación horripilante y su sola expresión me ponía la piel de gallina no podía dejar de admirar su rostro de facciones perfectas; aunque todos los chicos Rivers y Peterson se parecían por la inmensa perfección en la que estaban creados cada uno tenía algo que lo diferenciaba de otro y lo hacía especial.
Robert, por ejemplo, tenía su figura alta, fornida y casi… tosca, pero aun así su expresión te recordaba un oso de felpa; John, en cambio, tenía un rostro dulce y amable casi como de un chico tímido, aunque su complexión era fornida para la edad que yo le calculaba: unos diecisiete años, como todos facciones tan perfectas que parecía tallado a mano.
Ashley y Caroline eran parecidas en su forma de actuar y de moverse, ambas parecían danzar una especie de ballet perfectamente sincronizado y lleno de ritmo, sus sonrisas denotaban felicidad y simpatía con todos (aunque no hicieran amistad con nadie), al igual que sus hermanos eran perfectas de pies a cabeza; durante el transcurso del día había notado que muchos de los chicos de grados mayores, menores e iguales besaban el piso por donde ellas caminaban. Para fines prácticos, las alababan como diosas. Al final de la clase había logrado establecer una conversación bastante interesante con los chicos Peterson, aun me parecían un poco tímidos, pero ya no tanto como por la mañana. El timbre sonó de nuevo después de una hora casi exacta.
John y Robert se despidieron y dijeron que quizás nos veríamos por la tarde. Caminaron acompañados por sus hermanas hasta el final del pasillo y se envolvieron de pies a cabeza en una capucha grisácea antes de salir, los mire extrañada, nunca antes había visto una conducta similar.
Mi última clase no era mi favorita, tenia gimnasia, pero era mi primer día así que quizás no haría muchas cosas, quizás solo tendría que jugar un partido de voleibol o algo por el estilo.
Cuando llegue busque mi casillero de gimnasia y metí mi maleta con un pants viejo que tenia por ahí en mi armario, rápidamente me cambie de ropa y pronto comenzamos a hacer calentamiento, fue un calentamiento de casi toda la clase, al final tuvimos un pequeño tiempo para jugar un partido de voleibol, los chicos hicieron los equipos, yo pertenecía a el equipo de Sara y nuestro contrincante era el equipo de Ben. Logre atinar uno que otro golpe en la cabeza de un contrincante, pero al final la que salió herida fui yo, un mal movimiento hizo que mi tobillo se doblar y como si fuera poco al caer me torcí una mano. ¡Vaya que suerte tengo!
Al final de la clase me tarde mas en salir, porque tuve que cruzar el gimnasio con un pie algo hinchado y una mano adolorida cojeando.
Cuando llegue a los vestidores la mayoría de las chicas ya habían salido, solo sobraban una cuantas que platicaban, pero pronto me dejaron sola. Con un poco de trabajo logre ponerme los zapatos y el pantalón, guardé todo en la maleta de gimnasia y justo cuando iba a guardar las cosas alguien entro en el edificio. Eran William y John, el primero arrastraba en segundo de un brazo, John intentaba hacer que lo soltara pero no podía ya que el otro chico lo agarraba con decisión y firmeza. Por fin lo soltó y lo puso frente a sí mismo.
_ ¿En qué piensas, acaso eres estúpido? _ pregunto muy enojado William.
_ ¿De qué hablas? _ preguntó John.
_ La chica nueva, Rosemarie, no debes estar cerca de ella. _ gruño su hermano.
_ ¿Acaso estas celoso? Además no es malo ser amigo de un mortal, no estoy violando ninguna regla vigente impuesta por Edward. _ se quejo John.
_ El consejo ha decretado que cualquier relación con un mortal será pagada con la muerte, eso significa que no puedes ni siquiera ser su amigo. _
_ Yo solo obedezco las leyes de Edward no las de Julio, además que te importa si quiero estar cerca de ella. Déjame en paz. _ gruño John y casi inmediatamente azoto la puerta de entrada.
¿Mortal? ¿A que se refieren con eso de mortales? ¿Quienes son el consejo? ¿Quién demonios es Edward y quién demonios es Julio?
Tenía que encontrar respuestas a esas preguntas, pero como lo haría si ni siquiera sabía de que tenía que encontrar información. Un golpe horrible que resonó por todas partes me hizo reaccionar. Asomé la cara por las puertas del vestidos y lo vi: era William con el puño sumido en piso de madera, su cara era de una persona rabiosa, un gruñido sordo salió de su pecho; era un sonido anormal en una persona, ya que más bien parecía el gruñido de un lobo feroz.
Levanto la mirada y me vio espiándolo, estrecho la ranura de los ojos y de un movimiento rápido se incorporo, me dirigió una mirada rabiosa y dio la media vuelta.
_ ¡Espera! _ intente correr tras él, pero mi torcedura me lo impedía.
_ Déjame en paz ¿quieres? _ gruño azotando la puerta en mi cara.
No podía dejarme así, no podía. Abrí la puerta y logre velo doblar la esquina de un pasillo, con un pie adolorido logre correr tras él.
_ ¡Espera! _ volví a gritar.
Por fin lo logre alcanzarlo y me le plante en frente para que no pudiera seguir escapando. Fruncí el ceño en parte porque el dolor se había vuelto insoportable y en parte porque esa conducta me molestaba mucho.
_ ¿Cuál es tu problema conmigo? _pregunte molesta.
_ Aléjate de mí._ intento volver a escapar.
_ No._ volví a interferir en su huida._ ¿Qué te he hecho yo para que me trates de esta forma? _
_ Solamente aléjate de mí, no soy una buena persona. _ dijo con una voz más dulce, pero aun así se escuchaba como una amenaza.
_ Dame una razón. _ dije con voz firme.
Frunció el ceño e intento hablar, pero no podía, no sabía que decir. Titubeo un momento hasta que se dio cuenta de que no tenía escapatoria.
_ No le diré a nadie lo del gimnasio, pero a cambio podrías fingir un poco de compañerismo en mi presencia._ le pedí.
Suspiro.
_ Está bien, tratare de portarme de una mejor manera. _ prometió con la cabeza gacha.
_ ¿También podrías explicarme una cosa? _pregunte con timidez.
_ ¿Que deseas que te explique? _
_ ¿Por qué me llamas mortal? _
Trago saliva y abrió los ojos como platos, inhalo profundamente y abrió la boca como queriendo hablar pero ni una palabra salió de su boca.
Se acerco un poco a mi e inhalo de nuevo, solo que ahora más tranquilo; Abrió los ojos y note u cambio de color en ellos , se habían ennegrecido muy cerca de la pupila y una chispa rojiza bailaba en ellos.
_ Tus ojos… ¿estás bien? _ pregunte acercando mi mano a su rostro.
Se coloco unos lentes oscuros casi inmediatamente después de que le pregunte por el extraño cambio de color. Decidí retomar mi pregunta anterior.
_ Puedes responder a mi última pregunta por favor._
_ Tengo que irme, disculpa._ salió corriendo, casi huyendo.
Me dejo con la palabra en la boca, prácticamente me había dejado hablando sola. Me moleste mucho mas, odiaba que me dejaran hablando sola en espacial cuando había hecho una pregunta. Frustrada regrese al gimnasio por mis cosas.
Cuando llegue ya había una persona de intendencia evaluando el daño al piso. Pase junto y mire lo que el chico Rivers había causado, había logrado perforar el piso y llegar varios centímetros bajo tierra. ¡Vaya fuerza que tiene ese chico!
Salí a mi auto, que era uno de los últimos. Por el espejo retrovisor logre ver el auto de Carol. Mientras miraba en busca de algo raro, alguien toco en la ventana.
_ ¿Hola, te gustaría venir a cenar con nosotros hoy por la tarde? _pregunto John recargándose en la ventana.
_ Mmmm, no lo sé, no quiero que tengas problemas con tu familia por culpa mía. _ dije recordando la pelea que tuvo con su hermano.
_ No te preocupes, yo te defiendo de ese loco. Entonces... ¿vienes?, claro, con tu familia. _
_ Necesito consultarlo con mis padres, si dicen que si nos veremos allá._
Despego el brazo del auto, sonrió y se despidió corriendo hacia el auto de su hermana. Subí el cristal y me di cuenta de que auto era el que estaba junto a mí, era ese Malibù plateado, que le pertenecía a William, note que el dueño del auto no se acercaba y solo miraba por el espejo. Nuestros ojos se encontraron por un momento y después opte por mejor alejarme.
Mi nueva-vieja carcacha se estremeció de nuevo y poco a poco se calmo, en cuanto me aleje lo suficiente, él subió a su auto.
Conduje despreocupada de la vida hasta la calle donde era mi nueva dirección, pasa frente a la mansión de los Cathwright y de los Peterson. Carol y John acababan de llagar, el auto plateado apenas venía dando la vuelta a la esquina. Estacione el auto fuera de la rampa del garaje y Salí del, subí las escaleras y mire atrás, sentí una extraña sensación de ser perseguida o espiada.
Entre a casa y cerré la puerta rápidamente para no tener que volver a sentirme así, lo odiaba. La casa estaba totalmente vacía, mamá y papá aun no regresaban del trabajo, así que quizás tendría que quedarme sola toda la tarde o por lo menos hasta que ellos aparecieran por aquí. Deje el permiso de la excursión sobre el comedor con una pluma, por si ellos llegaban mientras yo no estaba o estaba dormida. Subí mis cosas a mi habitación y comencé a adelantar un poco los proyectos que tenía que entregar para tener derecho a calificación en algunas materias, en cuanto acabe lo que me había propuesto adelantar a todos esos proyectos adelante las tareas.
Empezaba a oscurecer y mis padres no aparecían por ningún lado, me anime y los llamé.
_ ¿No llegaran a cenar? _pregunté.
_ No, lo sentimos hija, hoy hay mucho trabajo, ¿Por qué preguntas? Si tu puedes preparar tu cena. _dijo mamá.
_ Pues, porque los vecinos nos invitaron a cenar, pero mejor les digo que no vamos a ir._
_ No, mira, ve tú nosotros después te alcanzamos ¿está bien? _
_ Ok. _
Colgué el teléfono y tome un abrigo para salir al frío, tome mi celular y salí. Camine un poco antes de volver a sentir que estaban vigilándome, mire hacia todos lados, pero no podía ver nada, todo estaba muy oscuro y el bosque era espeso. Cuando llegue al empedrado que me llevaría hasta la entrada de la casa esa ansiedad se incremento. pensé.
Cuando llegue al jardín encontré una reunión, estaban John, Robert, Caroline, Ashley, William y otros dos chicos; una chica de tez mi pálida, cabello castaño y ojos azulados. El muchacho tenia tez marmolea, unos ojazos verdes y cabello rubio. Asome mi cabeza tímidamente entre los árboles.
_ Lo siento, ¿interrumpo algo? _ pregunte apenada.
_ Hola Rose. _ saludo Robert.
_ Estábamos a punto de salir ¿Por qué? _pregunto John.
_ Pensé un poco la invitación que me hiciste y decidí aceptar venir a cenar con ustedes, pero veo que están algo ocupados. _dije tímidamente.
_ Lo siento Rose, fue in imprevisto, que sea otro día, ¿te parece bien?_ propuso Caroline.
_ Sí, claro, no hay problema. _ sonreí.
_ ¡Ah!, por cierto, ella es mi hermana Ale y su novio Kellan. _ Robert me presento a los dos muchachos que estaban de pie tomados de la mano.
_ Gusto en conocerlos._ sonreí.
_ Igualmente._ ambos dijeron al unísono.
Me despedí de todos y justo cuando llegue con William contuvo la respiración, como si le molestara mi olor, aun así era un caballero y se despidió de mi, como gente decente aun con las ristas y murmullos que se formaron a nuestro alrededor.

Insignia identificativa de Facebook